Nestlé viene transformando su negocio y utilizando sus recursos para inspirar cambios que le permitan alcanzar la ambiciosa meta de cero emisiones de gases de efecto invernadero al 2050 en todo su negocio y cadena de suministro. En Corresponsables, Juan Carlos Pardo, Director de Asuntos Corporativos y Creación de Valor Compartido de Nestlé México señaló que en este propósito no existe competencia y que se suman a toda iniciativa de encontrar soluciones ambientales a los procesos de producción de alimentos.
¿Cómo analizan el panorama de la sostenibilidad para el 2022 y cuál sería su actual situación?
Nestlé tiene un compromiso de llegar a cero emisiones para el 2050, lo cual pudiera parecer lejano, pero no lo es, porque nos hemos planteado tener metas intermedias. A nivel global, reduciremos el 20% las emisiones de todas nuestras cadenas de valor para el 2025 y para el 2030 el 50%. Son estas las metas en las que estamos trabajando actualmente, y esto no solo es hacia dentro de nuestras fábricas, sino en todas nuestras cadenas de valor en las que participamos.
¿Cómo abordaron inicialmente este compromiso para establecerse este objetivo?
Lo primero que hicimos fue establecernos una meta clara, ser transparentes y medir dónde estamos. Como Nestlé, medimos, transparentamos y ahora estamos analizando en cada país cuáles son las actividades que más influyen en la generación de emisiones, y cuando hacemos estas mediciones lo que nos llama la atención es que dos terceras partes de las emisiones existentes en nuestras cadenas de valor están en el campo, especialmente en la cadena de la industria láctea.
Entonces, ubicado el problema deben haber identificado soluciones.
Sí, y venimos trabajando en todo el mundo, buscando soluciones conjuntas y tomando como ejemplo algunas iniciativas que se vienen practicando en Sudáfrica, Alemania y EEE.UU. en lo que concierne al sector primario ganadero.
¿Y cuáles son estas soluciones para el caso de México?
En México, tenemos el norte, el centro y el sur del país con tres tipos de producción de leches completamente distintos. Venimos trabajando varios años con los ganaderos, y en poder aprovechar el deshecho del ganado para producir gas metano para la generación de energía de estos ranchos, o inclusive, para que puedan convertirse en un subproducto aprovechable; sin embargo, debes tener un volumen suficiente de desecho y estamos trabajando en ello.
¿Cómo vienen impactado la intervención de Nestlé México en estos momentos y en qué regiones se vienen dando las experiencias?
Actualmente, tenemos 110 ranchos ganaderos con los que estamos trabajando esta iniciativa y que ya tienen energía renovable, además, les compramos leche todos los días a 3 mil ganaderos. Entonces ya iniciamos un proyecto desde el año pasado y por eso es una de nuestras intervenciones de cómo es que podemos incidir en la cadena de valor de la ganadería y que nos ha permitido identificar 5 tipos distintos de rancho. Ya empezamos en Jalisco, en Coahuila y en Veracruz para ver los tipos de ranchos diferentes y poder saber cómo producen y dónde están las emisiones de cada uno de estos que nos permitan hacer unas hojas de ruta y decir estas son las necesidades y aquí es dónde podemos incidir.
Ahora, esto no es nada más que Nestlé, puede haber plan A, plan B y plan C, pero sabemos que planeta hay solo uno, y algo que repito usualmente es que aquí no hay competencia, aquí estamos todos juntos, se trata de ver la manera de cómo encontrar soluciones y acelerar su implementación.
¿A cuánto asciende la inversión que hasta el momento viene asumiendo en su intervención en la cadena de producción láctea?
Este tema lleva a México a una inversión muy importante, más de 5 millones de francos suizos para este proyecto y el objetivo es reducir las emisiones en toda la cadena, y se debe a que estamos enfocados en cómo producir alimentos generando menos emisiones, pensar en qué debe comer la vaca para evitarle gases y qué alimentación puede mantener una calidad de leche correcta.
Nosotros, estamos trabajando de manera muy importante en que el futuro de la industria láctea sea cero emisiones. Ahora, no quiere decir que no habrá emisiones, simplemente las maneras como podemos trabajar generen una reducción significativa y los que no se logren se puedan neutralizar.
¿Cómo trabaja Nestlé con los rancheros el tema de la comunicación para poder incluirlos en la cadena de valor?
Es convencimiento, porque nosotros no somos dueños de los ranchos ni de las vacas en ninguna parte del mundo y lo que siempre Nestlé ha hecho dentro del Plan Nescafé, el Plan Cacao y del compromiso lácteo ha sido invitar a sus cadenas, es lo único que podemos hacer, tratar de incidir y promover la compra de productos que sean bajos en emisiones.
Y también hay que poner una justa dimensión a esta problemática, porque te hablo de esto como nuestro tema más importante en emisiones, porque dentro de nuestra cadena de valor es lo más importante, pero si tú ves el mapa completo de cómo están las emisiones de efecto de gas invernadero en el mundo, lo que te expongo es solo el 5% de estas.
No es que la cadena de alimentos y la cadena láctea generen el problema en el mundo de las emisiones; sin embargo, nosotros estamos poniendo nuestro granito de arena y por más pequeño que pudiera significar esto, para nosotros es muy importante.
Entonces, a través de educación podemos mostrar algunos buenos resultados para el beneficio de nuestros ganaderos. Y si hablo de educación no es porque no se tenga, sino que se trata de sistemas nuevos que ni nosotros los conocemos; por ejemplo, los biodigestores, hace 10 años, parecían una locura, hoy son una realidad que se emplean en algunos lugares del mundo cotidianamente y que pueden generar hasta 3 horas de energía para calentar una estufa en cualquier hogar del mundo.
Entonces, lo más importante es poder ir en conjunto y que ellos vean que no es un asunto de Nestlé. Aquí es incidir para que sea de manera conjunta, y por ello aclaro, que aquí no hay competencia, aquí lo que hay es colaboración con el sector primario y con las demás empresas lácteas en el mundo, donde podamos encontrar soluciones económicamente viables.
Sobre la campaña “Juntos por un mejor mañana” junto a P&G y Walmart de Centroamérica. ¿En qué consistió esta iniciativa y cuáles han sido los resultados que se han obtenido?
Ha sido una campaña muy positiva, en la cual las tres empresas nos aliamos y tenemos centros de acopio y reciclaje en algunas tiendas de Walmart México, y esto es concientización. Nosotros podemos hacer hasta una parte, considerando que también somos consumidores.
Cambiar este chip que todos los residuos no son basura y que son materiales que puede tener una vida mayor, es un trabajo que lleva muchos años y estamos en ello. Por ejemplo, nosotros, aquí en México, el 98% de los materiales de embalaje que utilizamos ya son diseñados para el reciclaje y de lo que no es, buscamos que lo sea al 100%.
¿Y sobre el uso del plástico?
Nosotros hemos tomado la decisión de ser neutrales en el uso del plástico. El año pasado, en el 2021, logramos del 100% de plástico que ponemos en el mercado, recuperarlo; entonces, recuperamos la misma cantidad del plástico que ponemos en el mercado e inmediatamente lo estamos sacando del medio ambiente, lo cual es un paso intermedio.
¿Y para lograr esta efectividad de retorno qué han necesitado implementar?
Llegar a la circularidad, es fundamental, pero no podemos solos, esto es un conjunto de voluntades que funciona con más actores con el mismo objetivo y propósito.
Tanto en el campo como en residuos lo que se necesita es valorizar, y esto es una nueva economía circular. En el caso de la producción de alimentos, siempre se escucha que para el 2050 tendremos que producir 50% más de proteína y de alimento porque en el mundo la cantidad de personas es creciente, pero yo digo que eso no es cierto, porque si consideramos que el desperdicio del alimento es hoy en día el 30% del alimento que se produce en el mundo, si tan solo recuperamos parte de eso, entonces ya no tenemos que producir más. Se trata de un cambio de mentalidad en entender que hoy sabemos más que antes y que tenemos la posibilidad de hacer la producción de alimentos de manera sostenible.
Nosotros, desde el año pasado hicimos en México una campaña y lanzamos una herramienta que se llama Trashlater (Traductor de la basura) donde escaneas un producto y nos dice qué tipo de material es y cómo lo podemos desechar, porque nosotros mismos –como consumidores- no sabemos cómo separar las cosas de la mejor manera para que puedan ser aprovechadas nuevamente; ahora eso es una parte, y claro que esto es de concientización y de educación, así como es del consumidor es también para el ganadero. Estos son pequeños cambios que si bien no estábamos realizando es tal vez porque no lo conocíamos, pero los estamos integrando a nuestra forma de vida y eso es lo que está haciendo la diferencia.
El compromiso de Nestlé está en toda la cadena y no está en cuatro paredes, está desde que se produce el alimento hasta el desecho del post consumo y lo principal, como dijera inicialmente, ha sido la medición y la transparencia para saber dónde estamos y a dónde queremos llegar.
¿Cómo analizas la situación de la sostenibilidad con respecto a México hoy en día?
Empieza a haber una concientización, y en qué lo veo, en mis hijos adolescentes. Ellos no conciben no separar la basura, ellos en su chip siempre estará la separación de la basura, pero cuando yo era joven eso no existía. Entonces, es un cambio de mentalidad y creo que en México hay de dos formas tanto de las empresas y del consumidor.
Finalmente, ¿cuáles serían los retos de Nestlé con miras al 2030?
Vamos a seguir trabajando muy fuerte en lo que es agricultura regenerativa, en lo que es café, cacao y leche, pero también están las frutas y verduras, y no vamos a dejar de trabajar en el uso eficiente del agua, en el campo, y lo que es economía circular de materiales residuales.