La marca de alimentos Knorr y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WFF, por sus siglas en inglés) proponen hábitos alimenticios más diversos, saludables, y sustentables a través de la iniciativa “50 Alimentos del Futuro”, campaña global que promueve un sistema alimentario global más sustentable y una mejor nutrición. La lista está compuesta por alimentos de origen vegetal que, gracias a sus ventajas nutrimentales y bajo impacto ambiental, deben ser consumidos con más frecuencia y en mayores cantidades.
“Uno de nuestros objetivos, al que nos hemos comprometido con el Plan de Vida Sustentable de Unilever, es el mejorar la salud y el bienestar de más de mil millones de personas, razón por la cual, Los 50 Alimentos del Futuro están diseñados para inspirar y promover una vida más sana, un planeta más saludable y disfrutar de una comida deliciosa y completa”, comenta Lourdes Castañeda, Vicepresidenta de Mercadotecnia de la Categoría de Alimentos de Unilever México y Caribe.
Actualmente, el 75% del consumo humano proviene solamente de 12 plantas y cinco especies de animales1, esta falta de diversidad pone en riesgo a la seguridad alimentaria. Por ello, la iniciativa presenta 50 cultivos vegetales de todas partes del mundo. De estos, 17 cultivos son relevantes para México da su disponibilidad en la mayor parte del territorio nacional. Entre estos se incluyen:
- Verduras: Espinacas, berros, nopales, kale o col rizada, flor de calabaza, y germen de alfalfa.
- Tubérculos: Jícama y camote.
- Leguminosas: Frijoles negros, habas, garbanzos y lentejas.
- Cereales: Quinoa, amaranto y arroz salvaje.
- Semillas oleaginosas: Linaza y ajonjolí.
““En México somos muy afortunados al tener acceso a muchos de los ingredientes que se incluyen en la lista. Sin embargo, existe un desconocimiento sobre sus ventajas. Por lo tanto, la preparación de nuestros platillos se limita al uso de pocos ingredientes, lo que excluye fuentes valiosas de nutrición y brinda poca variedad a nuestra alimentación”, asegura Georgina Gómez, Coordinadora de Nutrición en el Área de Investigación y Desarrollo en Unilever México.
Estos alimentos proponen una solución positiva y sustentable, -además de su alto valor nutrimental-, ya que pueden crecer en distintos climas y suelos. El amaranto, por ejemplo, puede ser cultivado sin un uso extensivo de agua, por lo que es ideal para regiones con escasez de este recurso; y la quinoa es una planta resistente que requiere de poca fertilización y puede tolerar heladas, sequías y vientos fuertes, a la vez que representa una fuente de proteína libre de gluten, que contiene un equilibrio excepcional de grasas, minerales y vitaminas.
“Con el reporte de los 50 Alimentos del Futuro, queremos inspirar a profesionales de la cocina, proveedores y empresas de alimentos a adoptar una variedad de ingredientes basada en cultivos vegetales. Sabemos que enfrentamos retos grandes, pues la producción de alimentos contribuye significativamente a las emisiones globales de gases de efecto invernadero y la degradación de los ecosistemas. Pero la buena noticia es que parte de la solución está en nuestras manos. Incorporar un mayor y más diverso número de vegetales y leguminosas a nuestra dieta ayuda a reducir la contaminación, conservar el agua y los nutrientes del suelo, mejorar la salud de las personas y, en su conjunto, esto tiene un impacto positivo en el sistema alimentario mundial”, agrega Ninel Escobar, Coordinadora de Cambio Climático y Energía de WWF México.
“Como chefs, reconocemos la importancia de hacer de la cocina una actividad fácil, práctica y deliciosa. Para nosotros, es importante apoyar iniciativas que velan por la seguridad alimentaria y que nos permitan incluir nuevos y mejores ingredientes en nuestros platillos. Una de las ventajas de estos, es su versatilidad a la hora de prepararlos y cocinarlos”, finalizan los chefs Diego Niño y César Vázquez.
Los 50 alimentos del futuro consideran diferentes variedades de algas, leguminosas, cactus, cereales, granos, verduras, hongos, semillas oleaginosas, tubérculos y brotes, integrando ingredientes conocidos, pero poco empleados como la quinoa, el kale, o el fonio y el berro. De igual forma, propone una preparación de platillos basándose en cuatro principios: más vegetales, más color, menos desperdicios y más de lo bueno.