Bodega Aurrera y Un Kilo de Ayuda se suman para contribuir con el programa “Agua Limpia para los Niños”, de P&G que atiende las necesidades por escasez de agua potable en comunidades vulnerables, así como en atención a emergencias.
Dicho programa consiste en distribuir sobres de ‘Purificador de Agua P&G’ a comunidades sin acceso a agua potable y en situaciones de emergencia como desastres naturales. Se trata de una tecnología en polvo que transforma 10 litros de agua sucia en agua limpia en solo 30 minutos usando dos cubetas, un cucharón y una tela limpia para filtrar. Dicha tecnología fue desarrollada gracias a la experiencia de P&G en marcas de limpieza como Ariel y Pantene.
Gracias a la alianza que en esta ocasión P&G tiene con Bodega Aurrera, más personas experimentarán el poder de transformar del agua limpia. Del 16 de agosto al 17 de septiembre, P&G donará el equivalente a un día de agua limpia para una persona, por cada compra que se realice de un producto de las marcas Always, Crest, Head &Shoulders y Gillette en las 510 tiendas Bodega Aurrera del país.
Los fondos recaudados durante la campaña serán destinados al fondo global Agua Limpia para los Niños, administrado por la fundación Greater Cincinnati localizada en Cincinnati Ohio, que brinda apoyo a los programas de agua limpia en México, Latinoamérica y el resto del mundo.
El lanzamiento de la iniciativa se llevó a cabo en la comunidad de Huixtán, Chiapas, en la que familias que participan actualmente en el programa Agua Limpia para los Niños gracias a Un Kilo de Ayuda pudieron dar su testimonio.
Un Kilo de Ayuda comenzó a entregar en marzo de este año, sobres purificadores a casi 2,000 familias de 56 localidades de Chiapas que no cuentan con acceso a agua limpia.
Dichas familias han logrado purificar más de 10 millones de litros de agua como solución temporal, mientras se dan soluciones permanentes.
Las comunidades chiapanecas, encabezadas en su mayoría por mujeres, que han utilizado la tecnología de purificación, han visto beneficios en su vida diaria como una mejor alimentación para sus familias, evitando enfermedades diarreicas en infantes, lo que implica un menor gasto de medicamentos y disminución del ausentismo en escuelas.
“Recolectamos el agua a través de un tanque donde guardamos la que cae del cielo y colocamos el purificador de agua. Esto me hace más fácil las labores del hogar y no tenemos que respirar humo como antes, cuando hervíamos el agua”, menciona la señora
Para conocer más sobre el programa, puede visitar: www.csdw.org/es