El concepto “naturaleza” puede ser relativo y diferente para los diferentes grupos sociales e inclusive entre individuos de un mismo grupo. En general, en nuestra sociedad prevalece una división entre sociedad y naturaleza que explica muchas otras divisiones fundamentales para nuestra comprensión de la realidad.
¿En qué momento la naturaleza pasó de ser un lugar encantado a un universo cuantificable y apropiado por los humanos? ¿Acaso la naturaleza no tiene derechos? Contaminamos el suelo y el agua con tanta basura que producimos aunado a todos los agroquímicos, metales pesados, residuos radioactivos, entre otros más contaminantes utilizados para diversos fines.
Además contaminamos el aire con las emisiones de gases industriales, automotores, domiciliarios; talamos árboles, modificamos y contaminamos los hábitats naturales e introducimos flora o fauna exótica a tal grado que creamos un desequilibrio ecológico inimaginable.
Es curioso cómo cuando un hombre muere se lleva a cabo un funeral con su respectivo luto, pero ¿cuándo hemos estado de luto por todos los árboles que se talan diariamente o toda la fauna marina que muere por la contaminación?
Pero como dice Eduardo Galeano, “Si la naturaleza fuera banco ya lo habrían salvado”. Estamos atravesando un gran cambio global, el mundo no es el mismo que era ayer y no será mañana el mismo que hoy.
Presenciamos grandes “catástrofes naturales” que perjudican a nuestros hermanos, como en nuestro caso particular como país, los terremotos del 7 y 19 de septiembre que afectaron a los estados de Morelos, Puebla, Edo. de México, Guerrero, Oaxaca y Chiapas…Pero si vamos a una perspectiva global nos encontramos con un desastre más ignorando que los demás, es decir, las inundaciones causadas por las lluvias monzones en el Sur de Asia y otros no tanto, como la serie de huracanes en el Atlántico superiores al promedio histórico, aún para ser temporada.
El meteorólogo Bob Hensen, de Weather Underground, un servicio estadounidense de pronóstico del tiempo, indicó que las altas temperaturas del océano alcanzadas este año pueden haber contribuido a la fuerzas de los ciclones, así como que la intensidad de las lluvias monzones puede haber aumentado a causa del calor solar, por lo tanto es posible que el cambio climático esté detrás de ambos desastres.
Es un momento clave, pues tras los recientes acontecimientos globales, es tiempo de realmente sensibilizarnos y así como nos hemos unidos para ayudar a nuestros hermanos en desgracia, podemos unirnos para conservar el planeta que tanto nos da y así evitar próximos desastres. No es utopía, pues hemos demostrado tener educación cívica y ésta es la base para caminar hacia la educación ambiental.
Seamos más que palabras, que esas se las lleva el viento, pero las acciones dejan huella y un ejemplo a seguir parar las próximas generaciones a habitar este hermoso planeta. Usemos la educación ambiental como lo que es, un instrumento para construir un desarrollo sustentable.
Educación ambiental es mucho más que saber reciclar y crecer tu propio huerto, es valorar el ambiente tanto como nos deberíamos valorar a nosotros mismos, porque la cuestión radica en que el hombre deje de concebir a la naturaleza como algo externo a él y empiece a verse como parte de ella.
Que esa fortaleza y humanidad que ha brotado de todos nosotros nos lleve a ponernos en los zapatos de la tierra para compartir un mundo mejor.