Llegada la quincena resolvió ir a los puestos callejeros que abundan y comprar un nuevo celular, incluso uno mejor al que tenía y que era igual al de su hija. Se fue contento porque había hecho, en apariencia, un buen negocio. Al llegar a casa se enteró que a su hija la acababan de asaltar, en el mismo transporte, con el mismo modus operandi, para quitarle su teléfono móvil.
Este ejemplo, real por cierto, es una muestra clara del comportamiento de muchas personas. Pensamos que denunciar es perder el tiempo y que el delito ya no nos pasará de nuevo a nosotros o algún familiar cercano. Nada más equivocado.
Cambiar esta idea de las personas es una de las tareas del Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, que tiene entre sus prioridades impulsar la cultura de la corresponsabilidad, es decir, donde todos somos responsables de todos hacemos lo que nos toca.
La corresponsabilidad es entonces entender que nuestras acciones repercuten en el bienestar no sólo de nosotros, sino de los demás, sean familiares o personas desconocidas. Bajo esta premisa se corrigen conductas de todo tipo.
Pero para hacer el concepto más claro veamos algunos casos de cómo malas conductas afectan a terceros:
- Tirar la basura en la calle no sólo afecta la imagen urbana o las condiciones de salubridad de la vía pública y genera fauna nociva, también impacta directamente en nuestra percepción de seguridad. La conducta simple de uno afecta a cientos.
- Bañarse sin cuidar el agua (colocar una cubeta debajo de la regadera mientras sale el agua caliente y cerrar las llaves en tanto te enjabonas, por ejemplo) produce un enorme desperdicio de un líquido escaso, con lo que se contribuye que cada vez llegue a menos gente, hasta que ya no llegue a ninguna.
- Tomar alcohol y decidir manejar, es una de las mejores muestras de cómo nuestras decisiones afectan a terceros. No siempre se cumple la sentencia de que si chocas sólo tú resultas afectado, desafortunadamente siempre hay terceros ajenos totalmente, que sufren las consecuencias, muchas veces fatales.
En todos los casos, incluido el primero, el del robo, el factor común es que el cambio solo depende de nosotros. Se trata de dimensionar los alcances de nuestras decisiones. Se trata de ser corresponsables.
Más aún, en muchas de estas conductas lograr un resultado positivo para terceros no depende de nadie más que de la decisión que tomemos en ese momento con relación a lo que podemos hacer. Es decir, solo depende de uno y uno solo puede generar un cambio para mejorar.
Si yo decido no tirar la basura contribuyo, lo mismo si cuido el agua y más aún si decido tener un consumo responsable de alcohol y dejar mi vehículo en casa. Todos tienen efectos inmediatos a favor. Es hacer lo mismo –tomar decisiones pero en un sentido que ayude a otros.
En el caso del delito el tema es el mismo. Puedo asegurarte que la cantidad de delincuentes que comete un crimen sólo por maldad es mínimo; la casi absoluta mayoría lo hace por lo buen negocio que se ha vuelto. Y este negocio prospera porque existen todas las posibilidades de que las víctimas no hagamos nada al respecto. Es cierto que el resultado depende de un tercero: la autoridad. Sin embargo, debemos entender que con todas las imperfecciones que pueda tener la denuncia – es la mejor arma que tenemos como ciudadanos para que las cosas mejoren.
Digo lo anterior, porque no denunciar es permitir que la autoridad sea omisa ante el delito, al darle una excusa para no actuar. Sin denuncia pues, no hay delito.
Denunciar no es sencillo, lo sabemos. No pedimos que nadie coma lumbre o se exponga sin sentido, sino que utilicemos las herramientas que como ciudadanos nos hemos dado para poder hacer oír nuestra voz sin exponernos. Una de ellas es el Consejo Ciudadano.
En este caso, en el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México establecimos la Línea Nacional Ciudadana *5533 y una que brinda atención en la capital, el 5533 5533, 24 horas, los siete días de la semana. Son líneas de atención especializada para ayudar a víctimas del delito atendidas por psicólogos y abogados, ante quienes puedes denunciar cualquier problema que te aqueja en tu vida cotidiana.
Otra herramienta ciudadana más es a través de mensajes de texto, foto o video desde cualquier celular de las empresas Telcel y Movistar al 5533. En todos los casos, el Consejo Ciudadano tiene el principio de la confidencialidad e incluso anonimato.
De esta manera obtenemos la información necesaria para que la autoridad actúe y le damos seguimiento por ti a la denuncia. Así nos volvemos corresponsables y avanzamos, juntos, en la solución de nuestros problemas.