Promover, apoyar y reconocer la labor de personas que trabajan en favor de las causas de organizaciones de la sociedad civil constituye una acción de fomento, que refuerza el mensaje de un México en Paz e incluyente que contribuye a la cohesión social.
En este sentido es que el Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol) ha impulsado notables acciones, como es el Premio Nacional de Acción Voluntaria y Solidaria que, a lo largo de 9 años ha logrado reconocer la labor voluntaria a través de este Premio a más de 100 ciudadanos comprometidos en hacer el bien por los demás y México es uno de los pocos países en contar con este reconocimiento.
Con este reconocimiento el gobierno de México atiende el compromiso de la Resolución 40/212 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para reconocer la labor voluntaria y se otorga en tres categorías: grupal, individual y juvenil
Para seleccionar a los ganadores del premio, se cuenta con un Comité Organizador conformado por nueve dependencias del Gobierno Federal y presidido por la Secretaría de Salud. El Premio cuenta con un Jurado Calificador que se integra por 15 instituciones del sector gubernamental, académico y social. El Indesol es la secretaría técnica del Jurado Calificador y es integrante del Comité Organizador.
En 2016 hubo 525 inscripciones de todas las entidades federativas, y la participación se incrementó en un 37.43 % respecto al año anterior. Se recibieron 228 grupales 221 individuales y 76 juveniles. Este año el presidente de los Estados Unidos Mexicanos el lic. Enrique Peña Nieto, entregó en la Residencia Oficial de los Pinos dicho reconocimiento.
El comité organizador del Premio Nacional de Acción Voluntaria y Solidaria observó la necesidad de continuar con procesos permanentes que articulen y promuevan la labor voluntaria, además de generar nuevas estrategias que dignifiquen este servicio además de atender la resolución 67/138 de la ONU de crear plataformas comunes para visibilizar el voluntariado. En este sentido en marzo de 2015, el Indesol impulsó otra notable acción, con la colaboración de Alianza Mexicana de Voluntariado A.C., la creación de la Plataforma Nacional de Acción Voluntaria-México hoy llamada Voluntarios X México.
Esta Red promotora de voluntariado integrada por más de 50 instituciones entre entidades públicas, organizaciones de la sociedad civil, instituciones académicas y empresas con responsabilidad social así como organismos internacionales como Naciones Unidas. La Plataforma proporciona información a las personas que desean ser voluntarias sobre dónde poder contribuir con su talento, voluntad y tiempo para sumarse a una causa. Fomentar y profesionalizar la acción voluntaria y de capacitación para voluntarios/as e instancias receptoras.
Otro de sus objetivos es la de generar espacios de vinculación y alianzas nacional e internacional para intercambiar experiencias, fomentar la investigación y medición en torno al voluntariado, entre otros muchos y todos en pro de crear una práctica universal y valorar la labor voluntaria en México así como visibilizar la importancia de la acción voluntaria como elemento básico de ciudadanía, de cohesión social, desarrollo sostenible y gobernanza
Ha mantenido un dinamismo, y sus integrantes se han sumado a las acciones de manera voluntaria, el trabajo en red que caracteriza a esta Plataforma la convierte en un aliado estratégico para contribuir a la reconstrucción del tejido social.Por otra parte es importante hacer mención que en 2016, México fue sede de la 24° Conferencia Mundial de Voluntariado y acudieron cerca de 1 000 personas de instituciones del sector público, privado y sociedad civil, de más de 60 países, fue un espacio donde se compartieron por cuatro días experiencias y prácticas en distintos temas en torno al voluntariado y uno de sus objetivos fue posicionar el voluntariado como una herramienta de cambio que promueve una participación ciudadana dinámica.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en la Cuenta Satélite de Instituciones sin Fines de Lucro ofrece datos que muestran la participación voluntaria.
En el año 2014 el PIB de las instituciones sin fines de lucro considerando la valoración económica del trabajo voluntario fue de $490 mil 900 millones de pesos. Otro dato interesante que arroja esta cuenta, es que del 3.0% del PIB Nacional el 22.8% corresponde al esfuerzo del trabajo que no recibe remuneración por su participación. Aunado a ello 1 millón 674 mil 202 voluntarios colaboran en las instituciones sin fines de lucro, del cual el 47.7% son mujeres y 52.3% son hombres.
El Centro de investigación y estudios sobre sociedad civil A.C. (CIESC) ha sido una institución interesada en seguir investigando el comportamiento del voluntariado en México, y recientemente presentó su estudio denominado Acción Voluntaria y voluntariado en México, en el cual se presentan resultados de la Encuesta Nacional de Solidaridad y Acción Voluntaria 2016, en donde se expresa que el 83% de los mexicanos mayores de 15 años encuestados dijo haber realizado una o más acciones voluntarias en los últimos doce meses, este porcentaje se ha venido incrementando respecto a la encuesta de 2005 que fue de 66% y en 2012 en un 76%.
En la encuesta de 2012, en promedio cada voluntario aportó 283 horas de acciones voluntarias y en los resultados de esta encuesta 2016 se ha incrementado a 323 horas, lo que equivale a 40 días laborales considerando 8 horas de trabajo. Entre las actividades voluntarias que más llevan a cabo se encuentran las realizadas en escuelas, seguidas por el ámbito religioso y en un tercer lugar actividades en el barrio o su colonia.
Según los resultados de la encuesta, se dice que, si bien en México se cree que las mujeres llevan a cabo mayormente acciones voluntarias, esta encuesta demuestra que tan solo en un 1% es mayor la actividad de las mujeres respecto a la de los hombres.
Respecto a las acciones voluntarias por rangos de edad, el resultado fue muy similar de 15 a 29 años participan en un 38% mientras que de 30 a 49 en un 42.5%, mientras que de 50 años y más en un 19.2%. Comparado con otros países como Canadá en donde participan más jóvenes y en Alemania las personas de mayor edad participan más. También en esta publicación se hace mención a las acciones voluntarias por regiones del país, y en el sur del país se llevan a cabo más acciones y la zona metropolitana de la Ciudad de México tiene el nivel más bajo.
En este contexto es importante señalar que de las 32,002 organizaciones inscritas en el Registro Federal de las Organizaciones de la Sociedad Civil que opera el Instituto Nacional de Desarrollo Social y que tenían la obligación de presentar el informe anual 2015 el 48.7% lo hizo, es decir 15 ,590. De éstas, 8,541 manifestaron sí contar con personas voluntarias para apoyar sus funciones y/o actividades, es decir el 54.7%.
Al preguntarles a las 8,541 organizaciones, cuántas personas realizan labor voluntaria en su organización estos fueron los datos: hombres voluntarios (187 978) + mujeres voluntarias (257 874) = 445 852. Es decir, en las organizaciones participan un promedio de 52 personas voluntarias, y un poco más las mujeres que los hombres en el rango de edad de 15 a 29 años.
Es importante ver que cada vez más instituciones tanto del sector público como del social, nos sumamos por hacer visible, por reconocer y por fomentar la contribución de la labor voluntaria en nuestro país, pero sobre todo por saber que los ciudadanos mexicanos cada vez más dan de su tiempo, talento y conocimientos sin esperar nada a cambio y esto incide indudablemente en una mayor cohesión social.
Como se puede observar es alentador ver el incremento que se está dando en cuanto a la labor voluntaria en distintas causas en nuestro país, tanto en lo individual como en las organizaciones de la sociedad civil, lo cual contribuye invariablemente en la construcción de ciudadanía participativa y corresponsable.
En definitiva, la importancia de la labor voluntaria es un elemento básico de ciudadanía, de cohesión social, desarrollo sostenible y gobernanza. El voluntariado es una forma en la que las acciones individuales y colectivas pueden traer el cambio que necesitan nuestras comunidades y nuestro país, no ser ajenos a lo que sucede en nuestro entorno y ser un agente de cambio. Porque además contribuye a nuestro propio desarrollo personal, al conocer las distintas realidades tomamos conciencia y se refuerza el impulso natural de colaborar, ayudar y ser corresponsables de lo que sucede en nuestro entorno.