La gran mayoría de los jornaleros se trasladan a tierras sinaloenses acompañados de sus familias, integradas por cinco o seis miembros en promedio. Como gran fuerza laboral se instalan en los campos de cultivo para realizar principalmente actividades de corte y empaque de hortalizas.
Así, durante los últimos años un gran número de empresarios agrícolas sinaloenses han adoptado innegablemente un fuerte compromiso con los trabajadores que laboran en los campos por temporadas, con duración de seis a ocho meses, como parte de una actividad económica que continua siendo la principal para el Estado y estratégica para el abastecimiento de hortalizas a los EEUU y gran parte de México.
El compromiso adquirido es el reflejo de una tendencia mundial presente en los negocios que se conoce como RSE. Esta nueva cultura busca satisfacer y cumplir con las necesidades de cada uno de los actores relacionados a las empresas, en un entorno de cumplimiento de la normatividad y legalidad.
Los jornaleros agrícolas y sus familias, durante su estadía en Sinaloa, generan una serie de necesidades indispensables para contar con una mejor calidad de vida (uno de los ámbitos fundamentales que integran la RSE) y con condiciones adecuadas para laborar de forma más eficiente y productiva. Temas como alimentación, vivienda, salud, educación, capacitación, transporte escolar, transporte de personal y un número indeterminado de servicios toman vital importancia en los ámbitos económicos, sociales y ambientales de la región.
Hoy en día, realizar un recorrido por los campamentos de los jornaleros agrícolas de las empresas sinaloenses que practican la cultura de Responsabilidad Social genera un sentimiento de satisfacción, avance y progreso al percibir las condiciones de vida de estos trabajadores.
Se identifican viviendas construidas que cuentan con todos los servicios integrados (agua potable, electricidad, gas y drenaje), guarderías para los infantes, escuelas, transporte escolar, espacios deportivos, áreas recreativas, programas de capacitación, cursos de instrucción de valores para las familias, dispensarios médicos, programas de salud e higiene, programas de desayunos y comidas calientes, programas para el cuidado del medio ambiente, etc.
Es importante reconocer los modelos de gestión desarrollados por el empresariado agrícola sinaloense para trabajar, bajo normatividad y en conjunto con las instituciones, en la implementación de programas que cuentan con personal altamente capacitado. Ejemplo de ello son reconocimientos y certificaciones como: distintivos Empresa Agrícola Libre de Trabajo Infantil, Empresa Familiarmente Responsable y Empresa Incluyente, así como la Certificación de Jornaleros Agrícolas de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social; Albergue Saludable de la Secretaría de Salud o Empresa Libre de Rezago Educativo de la Secretaría de Educación Pública.
En adición, se han establecido convenios y alianzas estratégicas con diversos organismos de la sociedad civil, instituciones de asistencia privada y asociaciones, con el fin de ofrecer una mejor calidad de vida para los jornaleros agrícolas y sus familias, pero también para cuidar y preservar el Medio Ambiente a través de programas como ‘Campo Limpio’, que maneja y recolecta de manera adecuada los envases utilizados con productos químicos.
El desarrollo y adopción de esta nueva cultura de trabajo brinda un sinnúmero de beneficios: mayor duración de las relaciones comerciales, mayor eficiencia de los trabajadores, reconocimiento de los clientes y de la sociedad, acceso a nuevos mercados, desarrollo de buenas prácticas agrícolas y para el cuidado y la preservación del medio ambiente. Pero principalmente se ve reflejado en el resultado al generar mayor productividad.
De esta manera, la RSE se arraiga cada vez más en el campo agrícola de Sinaloa para beneficio de la próspera comunidad sinaloense.