Personas a mi alrededor, preguntan por qué está lloviendo tanto, porque tanta lluvia, este clima me deprime, la ciudad parece río, entre otros comentarios. La mayoría de ellos negativos y en ningún momento han tenido la suficiente curiosidad como para buscar, investigar o simplemente tener una respuesta.
Al escuchar esto de manera recurrente por más de dos semanas, llegué a la conclusión que es buen momento de empezar a hablar de esta ciudad que hoy en día se ha convertido en un río de lluvia. Hablar de los ríos o propiamente de las cuencas en México –que por cierto, me apasiona- no es un tema nuevo pero sí un tema de muchísima importancia. Muchas personas por más de 40 años han arrancado e impulsado proyectos para poder trabajar en el rescate y regeneración de cuencas hidrológicas de nuestro país, pero por ahora, no hablemos del presente. Regresemos a aquel tiempo cuando fue fundada la gran Tenochtitlán.
Prometo que esto no se convertirá en una clase de historia; solo hay que reflexionar y acordarnos que esta ciudad- la Ciudad de México- fue fundada por una razón, por un elemento, por una cuestión en particular ¿cuál? Si por algo no te acuerdas, no te preocupes, yo te digo… AGUA. Montañas, ríos, arroyos, lagunas, lagos… es una ciudad meramente de agua.
Para continuar hablando de este tema tan relevante regresemos al presente. Al presente de lluvias “excesivas” que inundan las calles sobre las cuales vas en coche, micro, metrobus o caminando. ¿Calles? La calle de concreto solía ser un río ¿ya te acordaste?
No es sorpresa, ni novedad, ni algo raro que llueva “tanto” en esta ciudad. Lo raro es que hayamos aceptado convertir estos cuerpos de agua en algo intermitente. Me refiero a que llevamos muchos años dañándolos.
¿Qué hemos hecho? Entubar, contaminar, construir, interrumpir el flujo de ríos… Perdón por decirlo de esta manera, pero hemos convertido los ríos de este país en un GRAN escusado que cubre el 65% del territorio mexicano. Tener probablemente el escusado más grande del mundo, en definitiva, ni es una buena noticia ni algo que debamos presumir.
Ahora, pensemos en positivo. Imaginemos lo maravillosa que sería la ciudad si un río la cruzara, un río o dos… o tres. ¿Cómo cambiaría el Distrito Federal si el Río la Piedad estuviera vivo en vez de entubado? ¿Si el Río Churubusco fuera un río vivo? Les comparto algunas fotos de otras grandes ciudades que decidieron buscar alternativas para tener ríos sanos.
La Ciudad de México es hermosa. Ahora imagínate si todos nuestros ríos estuvieran vivos; si pudiéramos ver otra cosa que no nada más fueran los ríos de lluvia estas épocas. Hay que aclarar que tener ríos vivos no es meramente una cuestión estética. Un río sano genera un sin fin de beneficios en todos los niveles que creo que a muchos de nosotros se nos han olvidado, tal vez por vivir en un país en el que le dimos la espalda a nuestros ríos.
Pero, qué crees ¡nunca es tarde! La belleza de la naturaleza es tan sabia que con un poco de ayuda recupera lo que alguna vez perdió. Esto me lleva a resaltar que afortunadamente en este tema, no todo es mala noticia, pero tampoco podemos cantar victoria. Afortunadamente podemos decir que hay cosas positivas pasando en el mundo y en México. Pero antes de habar de lo que estamos haciendo algunos mexicanos creo importante conocer lo que están haciendo en otros países, no por comparar sino para darle la importancia que se merece. ¿Sabías qué Nueva Zelanda, definió sus límites geográficos a partir de sus cuencas? Poco a poco iremos hablando de estos esperanzadores casos.
Todo puede girar alrededor del agua, relaciones socioeconómicas, socioambientales, absolutamente todo. No es sorpresa que las mayores civilizaciones dentro de este planeta se fundaron junto a cuerpos de agua. Sí… así como la Gran Tenochtitlán.
Regresamos a México. La buena noticia es que a muchos de nosotros, el estado de nuestros ríos nos une con el objetivo de recuperarlos. Hay bastantes personas, organizaciones y algunas empresas trabajando para que “el gran escusado” regrese a la normalidad. A que ser un río, lago, laguna, o arroyo sano, limpio y hermoso. A muchas de estas personas que yo considero héroes y heroínas nacionales los vamos a ir conociendo a través de este espacio.
Si los ríos de lluvia durante esta abundante temporada están nublando tu imaginación; si no están permitiendo que tu mente se transporte a un espacio con cuerpos de agua sanos dentro de una ciudad -no te preocupes- yo te ayudo. Empecemos visitando el proyecto de Regeneración del Río La Piedad en la Ciudad de México. Poco a poco vamos ir a conociendo qué es lo que ya se hizo, lo que se está haciendo y, claro, qué podemos hacer tú y yo.