Las empresas que han decidido re¬plantear su enfoque hacia una gestión más responsable y transparente, en¬cuentran nuevos desafíos conforme avanzan en su nivel de compromiso con la sociedad.
Sin embargo, el principal reto de las empresas en general sigue siendo encontrar un vínculo tangible entre la Sustentabilidad y su negocio. Basta con revisar la encuesta que hace el Pacto Mundial a más de 1,000 CEO –titulada ‘Arquitectos de un Mundo Mejor’– para ver que sólo el 38% de los líderes empresariales cree poder cuantificar con exactitud el valor que le dan a la empresa sus iniciativas de Responsabilidad Social.
Un factor que parece impedir la comprensión del retorno de una inver¬sión social y ambiental es el desco¬nocimiento de la amplia variedad de formas en que las empresas pueden contribuir al desarrollo.
Para identificar estas distintas for¬mas de gestión existen los Principios de Inversión Social del Pacto Mundial (PSI, por sus siglas en inglés). Estos principios tienen por objetivo propor¬cionar un marco de referencia y des¬cribir los diversos modelos de imple¬mentación que puede llegar a tener una estrategia formal de Sustentabili¬dad. Los PSI categorizan siete mode¬los o etapas de implementación de la RSE con base en las expectativas de retorno de inversión de la empresa. Estos modelos son:
– Actividad principal de la empresa: es el modelo donde hay mayor ex¬pectativa de retorno de inversión. Se basa en que la única responsabili¬dad de la empresa es obtener be¬neficios económicos para sí misma.
– Negocio responsable: la preocupa¬ción del impacto ambiental y social está integrada en los planes de la empresa. Su compromiso se acota a ‘no hacer daño’.
– Negocio inclusivo: se refiere a la in¬clusión de los sectores menos favo¬recidos en la cadena de valor de la empresa. Su compromiso es con la creación de nuevos mercados y el impulso de la innovación.
– Valor compartido: la empresa busca mejorar su competitividad mientras deliberadamente avanza en metas socioambientales. Su compromiso se enfoca en mejorar la producti¬vidad y alentar el desarrollo de las cadenas de suministro.
– Negocio social: empresa sin pérdi¬das, sin dividendos; enfocada a una causa social o ambiental. Aplica es¬trategias de negocio para alcanzar objetivos de Sustentabilidad. La estabilidad financiera es necesaria para su continuidad.
– Inversión social: inversión estratégi¬ca en el entorno para una Sosteni¬bilidad corporativa a largo plazo. Se involucra y utiliza recursos centrales y competencias de la empresa para su ejecución. Liga de forma clara su intención a la actividad principal de la empresa.
– Filantropía: donación de recursos privados para fines sociales o am¬bientales. Es el modelo donde hay menor expectativa de retorno de inversión. Puede tener poca o nin¬guna conexión con la actividad prin¬cipal de la empresa.
Al conocer estos siete modelos, las empresas tendrán más claridad sobre las distintas formas que tiene o puede llegar a tener su estrategia de RSE. Existen varias publicaciones sobre los Principios de Inversión Social en la página web del Pacto Mundial. A través de estas publicaciones, se es¬pera informar sobre los modelos alter¬nativos del futuro, fomentar una ma¬yor comprensión y reflexión por parte de las empresas sobre su actual perfil de RSE y conocer casos de éxito de empresas alrededor del mundo.