¿Cómo empieza Transfo?
Zaraí Salvador: Transfo nace porque Gemma y yo nos conocimos en un diplomado y empezamos a ver que habían determinadas disfuncionalidades en el ecosistema del emprendimiento social que estaba impidiendo que creciera, y Transfo nace para intentar corregir con algunas distintas estrategias.
Gemma Santana: También pensamos que en el ecosistema había un hueco, un hueco que conlleva un riesgo como el de no innovar o seguir dependiendo de donativos y no crecer a más comunidades y no crecer en su impacto social. Un dato es que, hay en el país 27,000 ONGs y sólo 1,400 son apoyadas por el INDESOL con algunos recursos de CLUN. La iniciativa privada ya está recortando recursos, también Gobierno, por lo que hay un riesgo muy grande de que determinados proyectos mueran con el tiempo. Continuar con su impacto social va a ser muy difícil porque no van a poder vivir de donativos. Cada vez se cierra más esa posibilidad. Si ellos quieren seguir atendiendo los problemas que atienden deben virar hacia el negocio social para que sus modelos se repliquen en otros lugares. Este hueco no está muy cubierto en el ecosistema, y Transfo puede atenderlo aunque aún a muy pequeña escala.
Entonces, ¿a qué se dedica Transfo?
G.S: Transfo es una consultoría que está basada en operar como empresa social porque nuestras utilidades las invertimos en apoyar a emprendedores sociales. ¿En qué las apoyamos?, si son ONGs dependen de un gran porcentaje de donativos y las transformamos en empresas sociales. Y depende de su proyecto pero podemos tardar de 2 a 4 años, porque profundizamos bastante. Y también si hay proyectos de emprendedores sociales que lograron ser negocios sociales y que ya no dependen de donativos detectamos esos proyectos para replicarlos en otras comunidades donde haya necesidad.
Tenemos actualmente una primera generación de cuatro emprendimientos sociales. El emprendedor social deber reunir ciertas características y el proyecto también. Si alguna de estas dos partes no las reúne, no podemos seguir trabajando. Y es que, en el emprendimiento social existe un egocentrismo que no permite llevar hacia la transformación o la innovación y sí es muy importante para nosotros tener química con el emprendedor. Pero podemos tener buena química con el emprendedor pero descubrimos que el proyecto no tiene impacto que estamos buscando.
Z.S: Hacemos prácticamente dos cosas. Transformar emprendimientos no lucrativos o lucrativos en negocios sociales, de hecho tenemos dos proyectos en nuestra primera generación que eran empresas comunes y corrientes, lo que hacemos es transformar y replicar. Nos tardamos bastante en encontrar proyectos porque a veces no están abiertos a recibir nuestra retroalimentación que es muy profunda en el que se hacen bastantes sugerencias porque así podemos garantizar una transformación exitosa.
Cuéntennos algunos de los proyectos que están apoyando
G.S: Hay un proyecto de ecotienda que lo que busca es mejorar las condiciones de salud de los consumidores mediante productos orgánicos asequibles para clase media y media-baja, y resolver la problemática de que no hay una estrategia de desarrollo de productores de estos productos, valga la redundancia. Estas problemáticas las estamos resolviendo con la ecotienda y la agarramos como un modelo de franquicia social y ya estamos buscando inversión de impacto para que se replique.
Otro es el ecocentro. Mientras evaluábamos la réplica en Mezquitic (Jalisco) de un proyecto denominado Ecocentro desarrollado en Chiapas entre Iluméxico, Cántaro Azul y Cemex. Tuvimos el huracán Patricia y resolvimos poder ayudar a las zonas afectadas en Jalisco ya que los primeros problemas vienen por los cortes de luz el abastecimiento de agua… Buscamos las organizaciones que estaban apoyando a los damnificados y nos coordinamos con MexiCorps y WorldVision que estaban prestando atención de primera urgencia. Una vez bajamos los recursos fuimos a las comunidades a implementar el proyecto por lo que 500 familias pudieron obtener agua potable y 70 iluminación solar. Esto se consiguió por 2,500 pesos para cada familia beneficiada. Si es cierto que este programa fue de donación, pero sin embargo la estrategia es que para que ellos se sigan quedando con los equipos y tengan mantenimiento, se les cobra en 50 y 80 pesos al mes. Fuimos un brazo operador del emprendedor para que el proyecto escalara.
Z.S: Quizá fue una situación de atender una emergencia pero finalmente estás conociendo a tu población y quienes van a ser tus clientes, entonces ves cómo se conectan la contingencia y la planificación de tu negocio.
¿Cómo se vincula su labor con la Responsabilidad Social?
G.S: Hay que invitar a las empresas a que parte de sus recursos se vayan a apoyar a estos emprendedores para generar impacto social. Que su estrategia de RSE sea a través de los negocios sociales. Que si quieren apoyar alguna causa podemos identificar qué proyectos hay en el mundo y que eso que ya funciona lo repliquemos. Transfo detecta lo que ya está funcionando bien para transformarlo o en su caso para replicarlo, y sobre esos proyectos puedes trabajar ideas innovadoras.
Hay que invitar a la iniciativa privada que empiece a meterse más con su estrategia de RSE a los negocios sociales. Por lo tanto, buscamos inversionistas de impacto que quieran apoyar los emprendedores que traemos ya que se puede llegar a gran escala con una inversión que se les regresa en tres años a valor presente neto, y no es una donación. Incluso se nos han acercado empresas para apoyar en transformar sus fundaciones. Con esto van a ser más sustentables las iniciativas. Y si Gobierno empieza a aplicar estas metodologías va a llegar un momento en que las iniciativas no dependan del político de turno y tengan mayor continuidad.