Las organizaciones entienden ahora que la Responsabilidad Social Empresarial se trata de generar empleos dignos con pagos arriba de la línea de pobreza, pagar impuestos evitando simulaciones, combatir la corrupción, distribuir el ingreso y reinvertir, generar valor agregado, generar una cultura responsable, y contribuir al progreso de la humanidad y de los seres vivos.
El mal de males ha sido que en la última década, la corrupción ha aumentado, no solo los escándalos de gobernadores y empresas, sino incluso de muchas actividades que no salen a la luz y que en radio pasillo se comentan como la peor época que ha vivido México en términos de corrupción. Este es un problema que se da en la sociedad, en la empresa y en el gobierno. Por lo tanto, debemos de hacer una evaluación integral de cómo está México en ese sentido.
Como hemos mencionado, se han realizado muchos esfuerzos pero algunos indicadores como el índice de percepción de la corrupción que realiza transparencia internacional, ubica a México en 2016 en el lugar 123 de 176 países, en 2015 estábamos en el 95; por lo que en un año cayó 28 lugares y es percibido como uno de los países más corruptos. Cuando México inició en 1995 estaba en el lugar 32, en 2000 que es cuando iniciamos nuestro relato estaba en el lugar 59 y hoy en el 123.
Por otro lado, se puede complementar con otro estudio o reporte del WEF de 2016, en donde México ocupa una de las peores posiciones del país en los rubros que tienen que ver con la inseguridad y crimen organizado ubicándonos en el lugar 135 del listado de un total de 138 economías consideradas. (Fuente el Financiero).
Pero no todo es negro, ya que curiosamente por el contrario México subió al sitio 51 del 57 que estaba el año pasado en el Índice Global de Competitividad del WEF y lo califican dentro del grupo de 10 países con mayor crecimiento de 2016, La explicación que se da en este estudio de los resultados es que fue por la eficiencia en el mercado de bienes, en la flexibilidad del mercado laboral y el desarrollo del mercado financiero.
Para tratar de contrarrestar el mayor problema de México que es la Impunidad y corrupción se ha creado el “Sistema Nacional Anticorrupción”, pero está en una etapa inicial que deberá ir tomando forma y fuerza.
El gran problema es que aunque tenemos muchas empresas sensibilizadas en la RSE, todavía no alcanzan para poder impactar en los resultados país y si le agregamos algunas políticas como la hacendaria que se aplicó a partir de 2014 con un tope en la deducibilidad fiscal de las prestaciones que otorgan a sus trabajadores que se redujo de un 100 a solo un 53%, lo que representa un pago de 47% más de impuestos, esto parece que provocará que estas prestaciones poco a poco tenderán a desaparecer, lo que podría impactar la calidad de vida de empleados y obreros, también podríamos seguir viendo el crecimiento de: sin prestaciones e independientes.
Finalmente, la amenaza del nuevo presidente de USA nos lleva a pensar que debemos estar preparados para recibir mexicanos y latinoamericanos que serán deportados a México lo que implicará menos remesas y crear mayores fuentes de trabajo, y una estrategia de integración.
La Responsabilidad Social será fundamental para México, se requiere urgentemente de adopción de principios y valores de empresarios, gobierno y sociedad cerrar filas para el combate a la corrupción y la impunidad (sin consecuencias, el sistema no funcionará) en todos los frentes, se requiere de nuevos modelos educativos orientados a la formación en donde se introduzcan nuevamente los valores y la educación cívica.
Nos debemos adaptar al entorno internacional y al mundo globalizado pero aprovechar las oportunidades derivadas de las políticas de USA, abrir nuevos mercados, se requiere una visión integral de país a largo plazo con impacto al bien común; es urgente una mejor distribución del ingreso; México requiere de incentivos para invertir en el campo, en la industria, y competir en los energéticos, se requieren políticas públicas que apoyen el desarrollo. México tendrá que formar una nueva cultura de valores, productividad y oportunidades, algunas estrategias que pueden ayudar a este propósito será la promoción de clusters industriales y la formación de cooperativas.
La participación de la sociedad civil será muy importante por medio de los observatorios ciudadanos que jugarán un papel importante para dar seguimiento en la buena aplicación del gasto público, se requiere lograr un circulo virtuoso entre la contribución fiscal y la aplicación del mismo.
Lo positivo es que vemos que el número de empresas que están adoptando esta filosofía empresarial va en aumento, no solo de empresas multinacionales como se veía al principio, si no de empresas mexicanas y sobre todo pymes.