“Existen otras instituciones parcialmente accesibles, pero se puede decir que la Ibero lo es en su totalidad”, afirmó el también responsable de la asociación civil Libre Acceso, que busca eliminar las barreras que impiden a las personas con discapacidad integrarse a una vida activa y social.
Por otra parte, el doctor Francisco Alvarado, coordinador de los programas de Educación Inclusiva de la universidad, recordó que la Ibero cuenta con un programa de Atención a la Diversidad, el cual está enfocado en estudiantes con discapacidad física o sensitiva. Aclaró que hoy en la Ibero hay 14 estudiantes con algún tipo de discapacidad, así como un alumno con ceguera cursando su doctorado, y uno con debilidad visual en la maestría.
El doctor Alvarado aseguró que las principales barreras que enfrentan las personas con algún tipo de discapacidad visual o motora son de tipo arquitectónico o social. Tanto el programa de Atención a la Diversidad, como los departamentos de Educación y Arquitectura de la Ibero, han buscado eliminar estas barreras a partir de una serie de estrategias coordinadas.
En cuanto al diseño de espacios y mobiliario accesible, el arquitecto Gutiérrez señaló que el programa de accesibilidad de la casa de estudios incluye mejoras continuas año con año, y aseguró que no se limita a rampas o elevadores, sino a elementos más sutiles y funcionales. “No sólo nos hemos concentrado en llegar a un punto de accesibilidad, sino que queremos que ésta sea más natural, más equitativa”, aclaró.
El arquitecto se refirió a algunos casos concretos, como el hecho de que se han salvado escalones en algunas zonas, lo que crea rampas más naturales y accesibles, y se le ha dado importancia al diseño de los baños y los servicios.
Por la parte social y educativa, el doctor Alvarado explicó que una parte del programa de Atención a la Diversidad está enfocado en la sensibilización de la comunidad universitaria con respecto a la inclusión y el respeto y el reconocimiento de las diferencias.
Entre las estrategias de sensibilización, habló sobre la realización de un sensorama hace unos años, en el que los estudiantes podían experimentar distintas sensaciones con los ojos vendados, así como conferencias, cursos, talleres y foros. Contó que el programa hoy trabaja en la mejoría del equipamiento tecnológico. Por ejemplo, mediante la instalación de lectores de pantalla en las computadoras, que escanean los textos y los reproducen de forma hablada, con distintos tonos de voz y a distintas velocidades.
Destacó el papel de la Biblioteca Francisco Xavier Clavijero de la Ibero, la cual ofreció un cubículo completo para atender a personas con discapacidad, y recalcó que la actuación de la comunidad universitaria hacia la inclusión ha sido favorable, pues tanto profesores como estudiantes y personal administrativo se han mostrado dispuestos a participar y apoyar la iniciativa del programa.