¿Cómo ha evolucionado la estrategia de RSE de su organización en estos últimos años hasta la actualidad y cuáles son, actualmente, sus principales líneas de actuación?
Sistema.bio, como empresa social, nacimos con un propósito muy claro: generar un impacto social y ambiental en el sector rural y agropecuario. Desde hace 14 años trabajamos con pequeños y medianos productores, transformando sus desechos orgánicos en energía renovable y en biofertilizantes que ayudan a regenerar los suelos.
Ese propósito sigue siendo el mismo, pero hemos evolucionado significativamente. Hoy somos una empresa mucho más grande y consolidada, con presencia global, lo que nos ha llevado a organizarnos mejor y a desarrollar una estrategia alineada con estándares y tendencias globales. Nuestras metas ahora son más ambiciosas, no solo hacia el exterior, sino también internamente, para crecer y mejorar como organización.
¿Puede poner ejemplos o citar buenas prácticas de su organización en estos temas?
Hace más de ocho años implementamos una plataforma de recolección de datos que nos permite medir, monitorear y dar seguimiento al impacto de nuestra tecnología. Recolectamos información sobre los productores con los que trabajamos, desde temas sociales, como el número de mujeres y niños impactados, hasta indicadores ambientales, como la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la fertilización de suelos.
Además, trabajamos en programas de carbono con metodologías específicas para comprobar la reducción de CO₂ en las granjas que utilizan nuestra tecnología. Estas prácticas nos ayudan a demostrar, con hechos concretos, el impacto positivo que estamos generando.
¿Qué papel tiene en la misma la comunicación de la RSE, qué destacaría de la misma?
La comunicación es clave para nuestra estrategia. Hace dos años lanzamos nuestro primer informe de sostenibilidad y actualmente estamos trabajando en un segundo informe más robusto, con mayor cantidad de datos y alineado a estándares internacionales.
Hemos contratado a una persona dedicada exclusivamente a recopilar y reportar información, lo que nos ha permitido estructurar mejor nuestra estrategia y comunicar el impacto que estamos teniendo. Es fundamental para nosotros contar nuestra historia de forma clara y basada en datos.
¿Cuáles son las principales ventajas y beneficios de apostar por la RSE?
Hoy en día, las ventajas son innumerables. Creo que las empresas que no lo están haciendo ya van tarde. Es un tema que vino para quedarse, afortunadamente. Más que una obligación, la RSE es una oportunidad para contribuir a la sociedad y al medio ambiente, además de fortalecer la sostenibilidad empresarial, siempre alineada al impacto, a su cadena de valor y que realmente se esté monitoreando. Como sabemos, lo que no se mide no se puede contar.
Es muy grato ver cómo empresas que hace cinco años no le apostaban a esto, hoy en día ya se están subiendo al banco y están diciendo: Bueno, ya, ahora sí me tocó. Y muy grato ver que las primeras que tomaron la decisión de subirse a esto están teniendo avances impresionantes y realmente están teniendo un impacto positivo en el mundo.
¿Cuáles son, en su opinión, los principales errores que se siguen cometiendo en torno a la RSE y cómo subsanarlos?
Un error común es abordar la RSE como una obligación externa, porque presión de los inversionistas o por motivos reputacionales. En la medida en la que tú no involucres estas acciones de RSE o de sostenibilidad dentro de tu estrategia, son acciones que están destinadas a no trascender o a no tener un impacto real.
Además, muchas empresas se sienten abrumadas por la cantidad de estándares e iniciativas que surgen constantemente, lo que dificulta responder eficazmente. Es fundamental pausar, reflexionar y adoptar estrategias que estén alineadas con los objetivos y la naturaleza del negocio para garantizar su sostenibilidad y resultados. Cuando las estrategias de RSC no han funcionado, creo que es porque no han sido bien pensadas y no han sido bien consideradas como parte del core del negocio.
Aún se oye en determinados foros y personas que las empresas ‘hacen’ RSE por cosmética, por lavado de imagen, por greenwashing, ¿qué opina de ello y cómo revertir la situación?
Es algo que sigue ocurriendo. Muchas empresas adoptan prácticas de RSE por presión externa, como exigencias de consumidores o inversionistas. No saben bien cómo se aborda este tema y cómo se debe implementar y terminan tomando decisiones o invirtiendo los esfuerzos y el dinero que hacer una estrategia de RSC bien pensada implica y le resulta saliendo peor. Por invertir o por querer demostrar que están haciendo algo, en realidad no se hace nada.
Entonces, ¿cómo revertirlo? La clave para revertirlo es informarse, innovar y desarrollar estrategias a largo plazo. Es importante tomarse en serio la planeación de acciones de sostenibilidad, de la misma forma que se hace con la planificación financiera, para garantizar resultados significativos y sostenibles.
Creo que esto no va a parar, este tren no va a parar y que las empresas tienen que volverse a mejores cada vez en esto.
¿Cómo están fomentando en su organización la comunicación y el diálogo con los grupos de interés?
Nuestro principal grupo de interés son los productores con los que trabajamos y a los productores que queremos llegar. Parte de nuestro modelo de negocio es el acompañamiento constante a estos productores, escuchando sus necesidades y evaluando el impacto de nuestra tecnología. Tenemos un equipo dedicado exclusivamente a entender los impactos que puede generar nuestra tecnología en ellos, en cómo volvernos mejores. Tenemos un equipo técnico espectacular que está todo el tiempo en campo con ellos.
Además, involucramos a otros grupos de interés. Cada área recopila información de sus respectivos stakeholders, que luego compartimos internamente para analizarla y traducirla en acciones concretas. Nuestro equipo de comunicación y marketing juega un papel clave en este proceso.
Finalmente, ¿cuáles son, en su opinión, los retos y desafíos de la RSE en México?
Uno de los principales retos y desafíos de la RSE en México yo creo que es evitar estrategias superficiales que no estén alineadas con el negocio principal de la empresa. Es fundamental que las iniciativas estén integradas en una visión clara y estratégica, para que realmente generen un impacto positivo.
Otro desafío es superar la saturación de información y estándares que a menudo abruman a las empresas. Tener una estrategia clara y alineada con los objetivos del negocio permite enfocarse en lo que realmente aporta valor y contribuye a la sostenibilidad.
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