Anualmente se determina la fecha en la que los recursos renovables del año se agotan, un evento conocido internacionalmente como el Día de Sobrecapacidad de la Tierra o Overshoot Day. Esta evaluación es realizada por el Global Footprint Network, el cual determina esta fecha para cada país y globalmente empleando la siguiente fórmula: (Bio capacidad de la Tierra / huella de carbono de la humanidad) x 365.
Para el presente año, el Día de Sobrecapacidad fue identificado el 2 de agosto, lo cual representa una mejora en comparación con 2022, pero aún dista del objetivo. Este hito ocurrió cuatro meses antes de lo anticipado por la organización, que originalmente preveía que se alcanzaría a finales de 2023 o incluso en 2024.
En este contexto, destaca el caso de México, donde la fecha se extendió hasta el 31 de agosto, en parte gracias a las acciones emprendidas por la sociedad, el sector privado y las comunidades para optimizar el uso de los recursos.
Dado que este cálculo se actualiza anualmente, han surgido esfuerzos para posponer la fecha. Aunque las acciones cotidianas y el uso individual de recursos han influido en la disponibilidad a largo plazo, es crucial enfocarse en decisiones a gran escala. Estas deben apuntar a reconsiderar la operación de ciudades, la gestión energética, el abastecimiento de alimentos y los procesos de manufactura corporativa.
Las industrias tienen un papel clave en mitigar el impacto de la actividad humana en los ecosistemas. Por ende, la adopción de métodos de regulación y medición resulta fundamental para reducir la huella ambiental. En este marco, Schneider Electric ha desempeñado un papel de aliado estratégico al ofrecer soluciones que mejoran la eficiencia energética y optimizan procesos, promoviendo así la sostenibilidad.
La implementación de procesos inteligentes en las industrias puede resultar en ahorros del 30 al 50 por ciento de energía en edificios e industrias a nivel global. Un caso ilustrativo es la iniciativa “Electricidad 4.0” de Schneider Electric, que fusiona lo eléctrico y lo digital mediante la tecnología en procesos energéticos. Esta innovación facilita y agiliza la reducción de la huella de carbono industrial, además de generar ahorros en los costos operativos.
La compañía insta a considerar la explotación excesiva de recursos ecológicos como un gasto financiero desmedido, pero con una distinción clave: la deuda financiera puede eliminarse, mientras que los recursos ecológicos son tomados prestados de un sistema negociable. Mientras tanto, las presiones sociales se intensifican: la transparencia en tiempo real, facilitada por la creciente digitalización del mundo, puede resaltar con mayor claridad las prácticas tanto positivas como negativas que afectan al cuidado del planeta.
A pesar de estos avances, todavía queda mucho por hacer. Por tanto, es crucial que tanto individuos como empresas busquen acciones que promuevan la sostenibilidad y se alineen con los esfuerzos de conservación ambiental. El objetivo es que las generaciones futuras no tengan que depender de fechas como esta para tomar conciencia de sus acciones.
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