Expertos en el conversatorio “Violencia digital, ¿cómo la viven las niñas y adolescentes?” concuerdan en la urgencia de reconocer y abordar las diversas formas de violencia en línea, desde la exclusión y los insultos hasta la ciberpersecusión y el enganchamiento para trata, que impactan negativamente la vida y el desarrollo de niños y adolescentes.
Los datos del módulo de Ciberacoso del INEGI 2022 revelan que las niñas y adolescentes son las principales víctimas de violencias digitales, con un 29.3% de mujeres de 12 a 19 años que utilizan internet reportando haber sufrido este tipo de acoso, en comparación con el 20.1% de adolescentes y hombres jóvenes.
Según Renata Díaz Barreiro Castro, de Early Institute, más de la mitad del contenido sexual inapropiado en línea fue autogenerado por menores, a través de prácticas como el grooming y el sexting, mientras que un tercio fue producido por terceros, lo que destaca la necesidad de abordar este fenómeno con medidas específicas.
La violencia digital puede tener graves repercusiones en la salud mental y emocional de los niños y adolescentes, incluyendo depresión, ansiedad, y sensación de aislamiento, lo que resalta la importancia de la intervención y prevención tempranas.
A pesar del aumento en los reportes de violencia digital, existe un subregistro significativo, especialmente durante la adolescencia, debido a la percepción errónea de que los jóvenes son más independientes y a la falta de conciencia sobre el tema.
Los padres y cuidadores desempeñan un papel crucial en la educación y protección de los menores en línea, siendo fundamental que se eduquen digitalmente para guiar a los niños y adolescentes y abordar estos temas con seriedad y responsabilidad.
Los datos de la plataforma Niñas 4.0. muestran una creciente conciencia sobre los impactos de la violencia digital en la infancia y adolescencia, destacando la necesidad de acciones concretas para garantizar un entorno en línea seguro y libre de violencia, especialmente para las niñas y adolescentes, quienes enfrentan mayores riesgos debido a su edad y género.
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