Un pequeño punto Azul pálido, así se ve nuestro planeta desde los confines del espacio. Así lo describió el gran astrónomo y divulgador Carl Sagan cuando en 1990 la sonda espacial Voyager I volteó hacia nuestro planeta para tomar una fotografía desde una distancia mayor a los 6 mil millones de kilómetros.
En este pequeño punto azul pálido se alberga toda la vida que conocemos en el universo. Es aquí donde hace más de 200.000 mil años una especie de primate homínido salió desde África nororiental para conquistar el mundo.
Este primate sorteó los diferentes desafíos que encontraba y aprendió trucos interesantes, descubrió cómo manejar el fuego, fabricó la rueda, logró difundir sus pensamientos mediante la escritura y crear formas de comunicación que lo mantiene conectado a casi todos los de su especie sin importar donde se encuentren. Hemos modificado el planeta a nuestro total interés.
Son estos cambios en el planeta los que nos llevan cada 22 de abril a celebrar el día de la Tierra, un día para tomar conciencia del impacto que nuestra especie tiene sobre este pequeño punto azul pálido en el espacio. Con una población creciente de más de 7 mil millones de ejemplares el impacto de Homo sapiens sobre el planeta es innegable.
Nuestras formas de vivir afectan nuestro entorno modificando el ambiente para favorecer nuestro crecimiento como especie. Sin embargo, estos cambios están más poniendo en riesgo nuestra propia subsistencia que favoreciéndola. Hoy los bosques ocupan apenas el 30% de la cobertura terrestre, el 80% de las pescas se encuentran colapsadas, los gases de CO2 están en 403.3 ppm algo que no se veía hace millones años durante el Plioceno, cuando la temperatura del planeta era mucho mayor, los casquetes polares casi inexistentes y el nivel del mar 20-25 metros mayor. Por otro lado la biodiversidad se extingue aceleradamente y hoy nos enfrentamos a la sexta extinción masiva del planeta.
El Antropoceno le llaman algunos científicos a la época que vivimos post revolución industrial y está marcada por los impactos de este creativo primate llamado Homo sapiens.
Somos presas de nuestros propios descubrimientos y cuando encontramos algo que nos hace la vida más fácil lo explotamos a tal punto que abusamos de ello sin mediar consecuencias. Un ejemplo de ello es el plástico, este material que llegó para hacernos la vida más fácil pero que hoy contribuye a la desaparición acelerada de especies en el planeta. Peces, tortugas, mamíferos marinos, crustáceos, corales y otros animales están siendo presa de nuestra comodidad y nuestras formas de “vivir mejor”, sin que logremos entender cómo afecta nuestro entorno y por ende a nosotros mismos.
Pero hoy este plástico ni siquiera es útil, es más un efecto de la mercadotecnia y una forma de darle “valor agregado” a un producto que no lo necesita por simple estética, higiene injustificada, comodidad o para exponer una marca X. Estamos abusando del plástico y es una huella más de nuestra existencia en este ya criticó Antropoceno.
En el día de la Tierra queremos hacer un llamado urgente a las corporaciones del mundo para que dejen de entregarnos sus productos en material plástico, para que dejen de justificar lo injustificable y para que millones de seres vivos dejen de morir a causa de nuestras “ingeniosas” formas de vender productos. No necesitamos más plásticos y este es un buen día para entender que no lo necesitamos en todo, no lo necesitamos si este va a durar solo unos cuantos minutos en nuestras manos y después cientos y miles de años en el ambiente.
Celebremos el día del pequeño punto azul pálido buscando soluciones para el plástico de un sólo uso y tomando acciones concretas para dejar de preferir aquellos que nos venden sus productos con un costo medioambiental demasiado alto. Cambiemos nuestros hábitos de consumo y quizá pronto este 22 de abril sea un día para celebrar y no para ver como cada año nuestros impacto sobre el planeta son mayores e insostenibles.
¡Seamos la generación que acabó con la contaminación plástica en el Antropoceno!
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