La evolución de las ciudades y la sociedad plantea desafíos, entre ellos la sostenibilidad y la utilización de la Inteligencia Artificial (IA) en la arquitectura. La demanda de edificios más eficientes energéticamente lleva a la búsqueda de soluciones innovadoras para un futuro sostenible y la reducción del calentamiento global.
Según un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el sector de la edificación fue responsable de más del 34% de la demanda energética y, aproximadamente, del 37% de las emisiones de dióxido de carbono. Mientras que en México, la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) informó que la construcción es responsable de alrededor de 50% de las emisiones contaminantes.
Por esta razón, cada vez más individuos y empresas se suman a la arquitectura sustentable, ecológica o verde, que busca diseñar edificios aprovechando las condiciones naturales del lugar de construcción.
Aquí es donde cobra relevancia la tecnología de la Inteligencia Artificial, pues permite optimizar el diseño y la construcción considerando tanto las necesidades del usuario como aspectos como el cambio climático, el uso eficiente de recursos y la integración de energías limpias. Esto ha llevado a muchas empresas de construcción y arquitectos a emplear la IA como una herramienta clave en la búsqueda de un futuro más prometedor.
Frente a este panorama, Grupo Luximia, una destacada empresa inmobiliaria en desarrollo tecnológico y sostenibilidad, se encuentra a la vanguardia. Sus edificaciones como Zen Gardens y Shark Tower son ejemplos notables. En particular, Shark Tower aloja el Shark Lab, un proyecto dedicado a la preservación de los tiburones y su entorno en el Mar Caribe.
“Todos los residuos que se generan tanto por la construcción, como por el funcionamiento de un inmueble, impactan directamente al medio ambiente. Los materiales juegan un papel crucial en la vivienda sustentable. Utilizar componentes reciclables, orgánicos o de buena calidad, aumenta la durabilidad del inmueble y reducen el gasto de reparaciones, afectando menos al planeta. Por ello, las viviendas sustentables dejaron de ser un lujo para convertirse en una necesidad”, resaltó Israel Ceja, asesor inmobiliario de la desarrolladora mexicana.
Ejemplo de dichos materiales son las celdas solares, vidrios que bloquean hasta un 30% el calor o focos ahorradores, que consumen 75% menos energía eléctrica y duran hasta 10 veces más que uno común.
“Hace falta tomar más conciencia de estos materiales que generen un menor consumo de energía, para que la construcción se más rápida y los edificios más ligeros. Se debe reducir el daño que le hemos hecho al ecosistema. No podemos seguir devastando a la naturaleza porque si esa se acaba, se termina el negocio. Por eso las acciones deben emprenderse también desde el nivel moral”, puntualizó Ceja.
Además de personalizar las condiciones en cada vivienda, la IA también tiene la capacidad de detectar y prevenir fugas o problemas en las instalaciones de los edificios de manera ágil. Esto no solo evita inconvenientes y costos, sino que también reduce el consumo de energía y recursos de manera significativa.
A pesar de los desafíos y preguntas pendientes, la tendencia hacia una arquitectura más sustentable impulsada por la IA emerge como un camino inevitable, con un futuro prometedor que mejorará la toma de decisiones y reducirá costos. En el tiempo por venir, este sector experimentará avances que tal vez hoy no podemos anticipar. Solo resta aprender y maximizar su potencial.
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital en publicaciones Corresponsables.