Los residuos electrónicos se han convertido en una de las categorías de desechos de más rápido crecimiento en el mundo. Los dispositivos antiguos y en desuso, como teléfonos móviles, computadores, tablets y electrodomésticos, contienen una variedad de componentes delicados y valiosos que necesitan ser gestionados adecuadamente. Intel se une a la iniciativa global para promover el reciclaje responsable de residuos electrónicos y resaltar los múltiples beneficios que esto conlleva para el entorno.
En América Latina, la generación de residuos electrónicos aumentó un 49% en nueve años, pasando de 0,9 millones de toneladas (Mt) en 2010 a 1,3 Mt en 2019, de acuerdo con el último Monitor Regional de Residuos Electrónicos para América Latina desarrollado por la ONU. Además, solo el 3% de los desechos electrónicos de la región se recogen a través de conductos formales y se tratan de manera respetuosa con el medio ambiente.
En el caso de México, el país se posiciona como el segundo mayor generador de residuos electrónicos en América Latina y el Caribe, según los datos más recientes de Statista.
“Es necesario que nuestras acciones vayan más allá de las palabras cuando nos referimos a sostenibilidad. Nuestro mayor interés en Intel es crear un mundo mejor para las nuevas generaciones y sin duda alguna, el manejo adecuado de los residuos electrónicos es una acción clave para lograrlo, con el objetivo de hacerle frente al cambio climático y reducir la huella de carbono”, afirma Gisselle Ruiz Lanza, directora General de Intel para América Latina.
Teniendo en cuenta lo anterior, es indispensable tomar medidas con respecto a los desechos electrónicos para abordar los desafíos ambientales y la necesidad de proteger el planeta. Por esto, Intel presenta tres recomendaciones clave para transformar este panorama entre todos:
- Hacer uso responsable de los dispositivos: antes de tomar la decisión de comprar un nuevo dispositivo electrónico, es indispensable analizar el uso que se le va a dar y tener claras las necesidades y expectativas que se tienen a la hora de adquirirlo para que de esta manera se pueda utilizar de manera duradera y que no se convierta en un residuo electrónico en un corto plazo.
- Acudir a centros de reciclaje autorizados: antes de deshacerse de cualquier dispositivo electrónico, es necesario investigar y localizar centros de reciclaje autorizados en cada área. Estos centros tienen los conocimientos y las instalaciones necesarias para reciclar adecuadamente los residuos electrónicos y evitar su disposición inapropiada en vertederos o su envío a países en desarrollo.
- Fomentar la reutilización: si un dispositivo electrónico todavía está en buen estado de funcionamiento, es posible considerar donarlo o venderlo a un tercero. Al alargar la vida útil de los productos electrónicos, se reducen las demandas de recursos naturales y se evita la generación de nuevos residuos.
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