Cada aumento de un grado en el calentamiento global se estima que expone al 7% de la población mundial a una disminución de al menos el 20% en los recursos hídricos renovables, según el Informe de políticas sobre el Cambio Climático y el Agua de la ONU. Con motivo del Día Mundial del Agua, The Climate Reality Project América Latina insta a naciones, empresas y ciudadanos a tomar medidas inmediatas para preservar y proteger el agua, así como a invertir en sistemas e infraestructuras ecológicas para fortalecer la seguridad hídrica.
El cambio climático constituye la principal amenaza para la disponibilidad de agua al alterar el ciclo hidrológico y los patrones de precipitación. Mientras algunas áreas enfrentan huracanes e inundaciones, otras sufren sequías extremas, generando un estrés hídrico sin precedentes. Además, el cambio climático eleva las temperaturas globales y perturba el comportamiento de los océanos y el ciclo del agua. Durante la última década, más del 90% de los grandes desastres naturales se han debido a fenómenos meteorológicos como inundaciones, tormentas y sequías, según la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres.
A pesar de que en América Latina y el Caribe hay una disponibilidad de agua cuatro veces mayor que el promedio mundial, la región experimenta un alto estrés hídrico, especialmente en las áreas urbanas y de mayor actividad económica. Se ha observado una disminución en la superficie de agua dulce en la región, equivalente a cuatro veces el tamaño de Sao Paulo, Brasil, debido al cambio climático, según datos de la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Por lo tanto, es urgente asignar recursos financieros para fortalecer la seguridad hídrica, garantizando agua de calidad y en cantidad suficiente para la vida y los ecosistemas, así como para lograr un desarrollo económico sostenible. La seguridad hídrica busca conservar los recursos hídricos, mejorar la infraestructura de suministro de agua, adaptarse al cambio climático y promover la equidad en el acceso al agua. Sin embargo, esta seguridad se ve amenazada por la contaminación, la sobreexplotación de los recursos acuíferos, la falta de infraestructura y de financiamiento, entre otros factores. Para fortalecer la seguridad hídrica y mitigar los efectos del cambio climático, es esencial la participación de todos los sectores de la sociedad.
En primer lugar, la intervención gubernamental es crucial para fortalecer la seguridad hídrica mediante la implementación de leyes y políticas que protejan y restauren los ecosistemas, así como para regular y sancionar proyectos que agoten los recursos naturales. Además, es esencial invertir en ciudades sostenibles que incorporen sistemas de captación de agua de lluvia, almacenamiento eficiente, distribución y gestión del agua, así como en el tratamiento adecuado de aguas residuales, reduciendo la demanda industrial de agua y promoviendo prácticas agrícolas y ganaderas sostenibles.
Las empresas pueden promover una cultura empresarial centrada en la sostenibilidad ambiental y del agua, educando y sensibilizando a sus empleados sobre acciones concretas para la conservación del recurso. También pueden adoptar infraestructuras verdes como ahorradores y medidores de agua, sistemas de reutilización y bajo consumo de agua, así como prácticas industriales más sostenibles y políticas empresariales responsables.
La sociedad civil y otros actores pueden contribuir a la seguridad hídrica mediante la reducción del consumo de agua, la instalación de dispositivos ahorradores, y la detección y reparación de fugas. Es fundamental reportar cualquier indicio de pérdida de agua y evitar la contaminación de los ecosistemas acuáticos y terrestres. Por ejemplo, en la Ciudad de México, México, se estima que el 40% del agua potable se pierde por fugas, según expertos y autoridades.
En resumen, es crucial destinar recursos económicos hacia prácticas sostenibles que promuevan la seguridad hídrica y mitiguen los efectos del cambio climático, reconociendo la interconexión entre las actividades humanas y el medio ambiente.
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