Para el Centro Mexicano para la Filantropia (Cemefi), la diversidad humana y social es una riqueza, y la inclusión de todas y todos es un deber. Concluyendo el mes que conmemora la diversidad sexual, queremos hacer un llamado a continuar todo el año con la promoción efectiva del derecho a la igualdad y de la identificación de toda disparidad de trato y oportunidades que son causa y efecto de la discriminación.
El reconocimiento y aceptación de las diferencias de traducen en respeto por el otro, generan empatía, aumentan la solidaridad, previenen violencias y son signos de madurez ciudadana. Creemos que, como sociedad, debemos crear condiciones que permitan a cada persona su desarrollo y expresión, ejercer sus libertades.
Esto es, sin duda, el mayor reto de toda sociedad y todo ser humano. Completo reto pues la historia nos muestra que el miedo a la diversidad, su negación, se ha traducido en innumerables y dolorosas divisiones; en sistemas sociales basados en la construcción de desventajas inmerecidas. Y que esos sistemas se reproducen en las muy diversas formas de organización que existen.
Es por ello indispensable que los organismos civiles, las empresas, las instituciones educativas, los gobiernos, las iglesias, los medios de comunicación y los demás actores sociales asumamos con programas y acciones concretas un compromiso con el reconocimiento de la diversidad y la inclusión en los ámbitos social, cultural, político, laboral y económico.
Todas las instituciones, públicas y privadas, de cualquier tipo, estamos obligadas a construir una cultura de inclusión, fundamentada en la igualdad, derecho humano eje para la convivencia, la democracia y la paz. El Cemefi reafirma su compromiso para trabajar de la mano en ello.