En 2019, el consumo de materiales a nivel global aumentó un alarmante 65 por ciento. Para ponerlo en perspectiva, se generaron 7.3 kilogramos per cápita de residuos electrónicos, mientras que el 17 por ciento de los alimentos se desperdició tanto en hogares como en supermercados. Lamentablemente, solo el 7.2 por ciento de estos materiales fueron reciclados, lo que afecta negativamente tanto al medio ambiente como a la salud.
Por esta razón, la gestión sostenible tanto de recursos como de residuos es esencial para abordar estos retos de dimensiones globales. Teniendo en mente que nuestro trabajo diario está enfocado en transformar vidas por generaciones, en Boehringer Ingelheim hemos adoptado el modelo de economía circular en ciertas áreas de nuestra cadena de valor que implica, entre otras cosas, un enfoque en la minimización de la producción, la explotación racional de los residuos, así como su reducción, y la generación de valor a partir de ciertos materiales. En esencia, buscamos dar una nueva vida útil a la materia, incorporándose a cadenas productivas alternativas.
La economía circular desempeña un papel crucial en la lucha contra el cambio climático, la transformación de la producción, nuestros hábitos de consumo, la regeneración de los sistemas naturales y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
En Boehringer Ingelheim reconocemos la importancia de cuidar el medio ambiente tanto para las generaciones presentes como para las futuras. Esto se refleja en nuestra estrategia “Sustainable Development for Generations” y en la promoción de la cultura de economía circular entre nuestros colaboradores, contratistas y proveedores a través de campañas constantes que fomentan el reúso y el reciclaje de materiales como tapas de plástico, botellas, latas, envases, entre otros.
Para llevar a cabo este programa, hemos establecido múltiples puntos de recolección para colaboradores, en los que los alentamos a depositar sus residuos generados como medicamentos, celulares, pilas, cartuchos de tinta, focos y cápsulas de café. Además, transformamos el aceite vegetal residual en biocombustible y convertimos el 100 % de los residuos orgánicos provenientes del comedor y la poda de áreas verdes en composta.
Derivado de este enfoque, hemos establecido una valiosa alianza con GeoCycle, empresa multinacional con más de 25 años de experiencia en el manejo de residuos en México, que nos apoya en la gestión responsable de los restos peligrosos que resultan de nuestras operaciones al aprovecharlos y reciclarlos, convirtiéndolos en materia prima para la creación de cemento por medio de un proceso industrial ecológico. Así, contribuimos al cuidado de la Cuenca del Valle de México, asegurando un destino final sostenible para ellos, apegado a la economía circular.
Esta alianza de más de 10 años ha permitido reducir gradualmente el impacto ambiental de nuestras actividades y cumplir con uno de nuestros principales objetivos: crear valor a través de la innovación. La implementación del modelo de economía circular en nuestra organización garantiza que nuestra producción no tenga un impacto negativo en el medio ambiente y sirve de ejemplo para otros sectores.
En resumen, a través de programas y nuevas prácticas de consumo y producción, Boehringer Ingelheim, en México, demuestra su compromiso de transformar vidas por generaciones, pues entendemos que la única manera de cuidar la salud de las personas y los animales es cuidando también la salud de nuestro planeta.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Economía Circular, impulsando el compromiso con la sostenibilidad.