En 2011, el consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas aprobó los Principios Rectores de la ONU sobre las Empresas y los Derechos Humanos, cuyo fin es prevenir y reparar las violaciones de los derechos humanos derivadas de las actividades empresariales a nivel global, basándose en tres conceptos: proteger, respetar y remediar.
Al cumplirse diez (10) años de su adopción, ha habido avances significativos en la legislación en algunas partes del mundo y en el compromiso asumido voluntariamente por muchas empresas; pero aún hya tareas pendientes.
El mundo cambió definitivamente como resultado de la emergencia de salud, social y económica provocada por el Covid-19. La era postpandemia se presenta como una gran oportunidad para que las empresas socialmente responsables incorporen en sus agendas, como parte de sus objetivos de sustentabilidad, el respecto irrestricto a los derechos humanos y la protección del medio ambiente.
La ONU señala que todos los actores involucrados deben desempeñar su papel para hacer avanzar este tema, incluidos los organismos que ejercen influencia y promueven una conducta empresarial responsable, para hacer que la preocupación por los derechos humanos sea una práctica habitual en la cultura corporativa.
El Centro Mexicano para la Filantropia (CEMEFI), a través del distintivo ESR (empresa socialmente responsable), considera estratégico alinear los 31 principios, dirigidos a los estados y las empresas, con comportamientos responsables que garanticen el respeto a los derechos humanos internacionalmente reconocidos.
Con ello, busca contribuir en la construcción de un marco de actuación de alcance mundial, basado en los Principios Rectores de la ONU sobre las Empresas y los Derechos Humanos como una plataforma común para la acción y rendición de cuentas. De ahí la importancia de evaluar la conducta socialmente responsable de las empresas en esos temas.
Consideramos necesario, también, hacer un llamado a los gobiernos de todos los niveles para que asuman sus obligaciones en materia de derechos humanos, que incluye hacer cumplir la legislación aplicable; de modo que gobiernos, empresas y organizaciones sociales trabajemos de manera corresponsable en este tema.
Estamos convencidos de que la responsabilidad social empresarial debe tener como ejes rectores la preservación del medio ambiente y el respeto de los derechos humanos, por lo que refrendamos el valor de los principios propuestos por la ONU para que las empresas adopten esos enfoques como pilares fundamentales de su gestión, y esto se refleje en los servicios que prestan a la sociedad.