El pasado 25 de abril se dio un paso más hacia una regulación ambiental en materia de gases efecto invernadero más alineada a los compromisos con los acuerdos de Paris adquiridos por México.
Sin duda, el gran reto ahora que la Ley General de Cambio Climático (LGDCC) sigue fortaleciéndose con cambios importantes en beneficio de un mercado de carbono, es como las empresas acoplarán a sus estrategias de mercado y de eficiencia en el uso de recursos, aquellos indicadores que les permitirán un acceso más real, inmediato y medible en materia de desarrollo sustentable.
En este sentido, los cambios anunciados por el gobierno mexicano se suman a la Agenda 2030 y, en conjunto impulsarán un renovado compromiso de entendimiento entre gobiernos y sociedad para lo cual los 17 ODS establecen una plataforma para la participación de los actores más relevantes, comunidad internacional, gobiernos, sector privado y organismos de la sociedad civil y academia.
Un gran acierto de la actual administración mexicana es reformar y adicionar nuestra LGDCC.
En resumen, los cambios aprobados más relevantes a la LGDCC por el senado mexicano son:
-El cumplimiento por parte de México de sus compromisos con los acuerdos de Paris.
-Incorporar las metas del acuerdo de Paris como parte de los compromisos nacionales mexicanos.
-Se da el mandato de establecer de forma progresiva y gradual un sistema de comercio de emisiones para promover la reducción de emisiones al menor costo posible, de forma medible, reportable y verificable.
-Se incluye el esquema de reducción y compensación de emisiones de gases de efecto invernadero para la aviación civil como un posible elemento.