Más mujeres, más innovación y, sobre todo, más crecimiento económico. Así lo dice la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que realizó un sondeo a 13 mil negocios en 70 países en 2021 y cuyos resultados demostraron que las empresas obtienen mayores rendimientos cuando emplean mujeres en puestos directivos: el 60 % se beneficia en términos de creatividad y reputación. La OCDE también se ha referido al tema al realizar una encuesta en sus países miembros -y en otros que no lo son- y encontró que, cuando el número de mujeres aumenta, las economías crecen.
Entonces no es un tema menor, no sólo por el tema de equidad de género, sino porque genera impacto en los negocios: tener a mujeres en posiciones directivas contribuye con más ganancias. Algo importante para las organizaciones y para el desarrollo social de los países. Sin embargo, este hecho contradice la realidad por lo menos en el sector de la tecnología. De acuerdo con un estudio de LinkedIn, sólo el 17% de los puestos directivos en empresas tecnológicas son ocupados por mujeres. En estas empresas, las mujeres sólo constituyen el 25% de la fuerza laboral, y de todos los estudiantes de carreras de ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas en el mundo, el 30% son mujeres.
Es evidente que existe una disparidad. Sin embargo, es importante resaltar que la industria está en su mejor momento para atraer e incentivar la formación de mujeres. Todos los días surgen negocios de base tecnológica al estar atravesando por la era de la Cuarta Revolución Industrial y se debe ser consciente de que la automatización generará la desaparición de 85 millones de puestos de trabajo, pero la revolución robótica creará cerca de 97 millones de nuevos empleos. Se debe de estar preparado para eso y allí las mujeres tienen mucho que aportar.
Hoy más que nunca se comparten programas e incentivos –desde las empresas de TI- que buscan atraer ese talento para enriquecer los equipos de trabajo. La presencia de mujeres trae una nueva visión de negocios y estrategia. La diversidad agrega mucho más a la vida diaria cuando se analiza la mayoría de las soluciones y, en este punto, las mujeres son fundamentales para mostrar cómo la innovación va más allá.
Hay que recordar que no es un escenario ajeno para las mujeres. Fue Augusta Ada King quien creó el primer programa informático. Luego, fue otra mujer, Margaret Hamilton, quien hizo posible que el hombre pisara la luna en 1969. Solo una mujer ha ganado dos veces el premio Nobel, Marie Curie. Y gracias a Diana Trujillo la humanidad pudo conocer Marte el año pasado.
Pero la invitación es a perder el miedo. Es el momento ideal para tomar acción y ser protagonistas de la transformación. En compañías como Oracle se diseñan continuamente iniciativas –desde mentorías, formación en liderazgo, hasta vacantes afirmativas- que abren las puertas para que, sin importar la edad, las mujeres, en particular, puedan conocer el mundo de la tecnología y contribuyan con la innovación en los negocios.