Somos más de 7 mil millones de habitantes en el mundo, así que podemos estimar la cantidad de árboles que necesitamos para poder respirar. A medida que se talan y arrasan los bosques, disminuimos nuestras propias posibilidades de vivir.
También colaboran en la producción de oxígeno, desde el fondo de los océanos, organismos como los arrecifes coralinos, que están en grave peligro a causa del deterioro y blanqueo causado por la acidificación y alza de temperaturas oceánicas, viéndose seriamente amenazados.
Si contamos sólo con el aporte de nuestros árboles necesitaríamos millones y millones de hectáreas de árboles plantados para poder respirar y vivir. Es una estimación preocupante, dada la acelerada pérdida de la reserva forestal del planeta.
Los árboles son los organismos de mayor tamaño y mayor tiempo de vida sobre la corteza terrestre. Su conservación debería ser una de las mayores prioridades que deben tomarse en cuenta en las diferentes políticas ambientales implementadas en todos los gobiernos.