¿Cuál ha sido el principal hito de su organización en materia socialmente responsable durante el último año?
Desde su creación en 1976, Hábitat para la Humanidad Internacional ha servido a más 22 millones de personas alrededor del mundo, apoyándolas para solventar sus necesidades de vivienda (nueva, mejoramiento y rehabilitación), atención de desastres, microcréditos, agua y saneamiento entre otros.
Durante el año fiscal 2018 (1 de julio 2017 a 30 de junio 2018), Hábitat ayudó a mejorar las condiciones de vivienda de 8,7 millones de personas de todo el mundo, a través de la construcción de nuevas viviendas, mejoramientos y reparaciones graduales. El informe anual global de 2018 de Hábitat —herramientas que crean un futuro mejor— muestra algunas de las formas en que los hogares seguros, dignos y asequibles sirven como la base que las personas necesitan para prosperar y tener vidas más saludables y financieramente más estables.
De este total de personas servidas, 2,085,205 habitan en la región de América Latina y el Caribe. Recién estamos publicando la memoria anual 2018 de Hábitat para nuestra región en donde se pueden consultar con más detalle las labores ejecutadas.
¿Cuáles van a ser las prioridades de su organización en cuanto a nuevos proyectos para los próximos años?
El principal interés de nuestra organización es servir a más personas para que puedan alcanzar la fortaleza, la estabilidad y la autosuficiencia que un hogar digno brinda a las familias y comunidades. El plan estratégico global de nuestra organización se centra en cuatro ejes principales:
1) El impacto directo que HPHI pueda crear en las comunidades a través de intervenciones directas de mejoramiento de vivienda.
2) La incidencia en políticas públicas y movilización de recursos financieros y no financieros en el sector de la vivienda, que permitan ofrecer más recursos y soluciones habitacionales a personas de escasos recursos económicos.
3) La movilización de voluntarios y el crear conciencia de manera que, la existencia de viviendas inadecuadas sea totalmente inaceptable. Es decir, que más personas se sumen a nuestra causa.
4) La movilización de recursos financieros por parte de gobiernos, empresas e individuos para poder servir a más personas en la región.
Por ejemplo, durante el año fiscal 2018 (1 de julio 2017 a 30 de junio 2018), Hábitat ayudó a mejorar las condiciones de vivienda de 8,7 millones de personas de todo el mundo, a través de la construcción de nuevas viviendas, rehabilitaciones, mejoras y reparaciones graduales. De este total de personas servidas, 2,085,205 habitan en la región de América Latina y el Caribe.
Nuestro ámbito de acción incluye enfoques específicos y conocimientos sobre desarrollo comunitario, movilización de voluntarios, inclusión financiera, desarrollo del mercado de la vivienda, vivienda saludable, reducción de riesgos y respuesta a desastres, tenencia segura de la tierra, mejoramiento integral de barrios marginales y metodologías de agua, saneamiento e higiene, entre otros.
En un futuro cercano, esperamos poder trabajar cada vez más en conjunto con otros socios, tanto del sector privado, como del público y otras ONG en nuestra región; independientemente si tenemos o no una presencia permanente en un país en particular. En este contexto, procurando también relacionar el tema de vivienda con otros temas de interés sectorial, como la pobreza, la salud, el desarrollo económico la reducción de riesgos y otros tópicos que yacen bajo la sombrilla de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
¿Cómo definiría la situación actual de la RSE, Sostenibilidad y de los ODS en América Latina?
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos por la ONU, definitivamente son catalizados por la vivienda. La investigación muestra que una vivienda segura, adecuada y asequible impacta positivamente áreas como la salud, la educación y las oportunidades económicas de las familias.
El proceso de mejora de la vivienda en sí mismo suele ser una escalera para salir de la pobreza. Estos cambios benefician a las familias y en consecuencia, a la comunidad en general, reduciendo la desigualdad y construyendo resiliencia ante desastres económicos y naturales. Todos estos impactos impulsan no solo las métricas de los ODS, sino también otras existentes como: la Nueva Agenda Urbana, El Marco de Sendai para el Riesgo y Reducción de Desastres, el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, entre otros.
¿Cómo apoya la vivienda los ODS?
Los enfoques e intervenciones en vivienda pueden crear una plataforma para el progreso y sus indicadores. El trabajo realizado por Hábitat impacta de manera directa los objetivos 1(No pobreza), 5 (Igualdad de género), 6 (Agua limpia y saneamiento), 7 (Energía asequible y limpia) y 11 (Ciudades y comunidades sostenibles).
En el tema de la pobreza, la vivienda adecuada crea resiliencia y reduce la vulnerabilidad ante los desastres económicos, sociales y climáticos. Cuando los individuos tienen igual acceso a los recursos económicos, la propiedad y el control sobre la tierra y los ingresos, se promueve la sostenibilidad.Una vivienda segura promueve un mejor desarrollo de los miembros de la familia en el sistema educativo, procurando el acceso a mejores oportunidades de empleo en el futuro. Además, el acceso equitativo a la vivienda protege a las mujeres de la discriminación de las políticas y prácticas relacionadas con la distribución, titulación y herencia de la tierra.
Tenemos que recordar que el acceso a agua limpia y saneamiento son parte integral de la seguridad, la vivienda sana y adecuada. Sistemas de vivienda que son eficientes y asequibles en el uso de energías limpias, permiten ahorrar costos y reducen la contaminación del aire y los efectos del cambio climático.
Además de servir como conductor para cinco ODS clave, la vivienda sirve como una plataforma que contribuye a diferentes áreas como salud, bienestar y educación; generando un impacto positivo en los objetivos 3, 8, 9, 10, 12, 13, 16 y 17.
¿Y cuáles son los principales desafíos de futuro en estos asuntos?
Según cifras reportadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en el 2015, aproximadamente el 80% de la población de América Latina vivía en las ciudades, siendo esta región una de las más urbanizadas del mundo. Estas metrópolis han atraído a una inmensa mayoría de ciudadanos en busca de mejores trabajos y de un mayor acceso a los servicios públicos. Se espera que para el año 2050, casi nueve de cada diez latinoamericanos vivirán en las ciudades.
Sin duda, nuestro principal desafío será el desarrollo planificado de nuestras ciudades, con el menos impacto posible para el ambiente, pero con las condiciones idóneas para el desarrollo económico y social de la población. El desafío que esto representa, es que debe existir mucha más articulación de políticas públicas, proyectos de infraestructura mucho más planificados y articulados con políticas urbanas. De manera que, el crecimiento exponencial de las ciudades no afecte negativamente las condiciones de vida en general y en especial de aquellos con menos recursos.
¿Qué aspectos de su trabajo le hacen sentirse más realizado como profesional y como persona?
Como profesional, he procurado siempre aportar ideas, soluciones, contribuir y sumar en la respuesta a los problemas que procuramos solventar en nuestra organización. En el puesto que ocupo ahora, tenemos que alcanzar innovación, crear más impacto de manera catalítica para enfrentar los retos y necesidades de la población mundial durante los próximos años. Nuestro objetivo programático es el desarrollo de proyectos con mayor impacto y escala social, con un enfoque más urbano que permita el desarrollo armonioso y equitativo de las naciones.
A nivel personal, muchas veces los resultados intangibles del trabajo que hacemos no son dimensionados adecuadamente. Por ejemplo, he conversado con muchas familias que han vivido por muchos años en extrema pobreza y el construir y recibir su propia casa, representa cambios positivos en su autoestima y en sus relaciones sociales. El hecho de tener una dirección física a donde poder invitar a sus amigos o compañeros de escuela, representa un cambio positivo radical y eso es extremadamente satisfactorio.