El 4 de noviembre, la Catrineza destacó con su esplendor en el Desfile Internacional del Día de Muertos, marcando el final de “OfrendArte”, una serie de eventos organizada por Funeza. Esta empresa mexicana, dedicada al acompañamiento humano en la pérdida, extendió las festividades a través de 5 alcaldías de la Ciudad de México, fusionando tradición y empatía.
Alrededor de las 2 de la tarde del primer sábado de noviembre, las avenidas del centro de la Ciudad de México vibraron con colores, música y tradición. Bajo el cielo nublado, multitudes se congregaron para presenciar un espectáculo que nos enseña que en la muerte descubrimos la vida en su máxima intensidad.
OfrendArte incluyó el montaje de la ofrenda “Suicidio, el abismo del dolor” en el Museo Memoria y Tolerancia, rindiendo homenaje a aquellos que perdieron la vida por esta causa, especialmente a jóvenes de 15 a 29 años, en una conmovedora iniciativa para generar conciencia y recordar la importancia del apoyo emocional.
La Catrineza dejó una impactante huella en su travesía de casi 8.7 kilómetros, desde la Puerta de los Leones en Chapultepec hasta la explanada del Zócalo de la Ciudad de México. Su presencia y la conexión con los mexicanos durante esta festividad no marcan un adiós a las almas del más allá, sino un “hasta pronto”, asegurando que el próximo año regresarán para llenarnos nuevamente de amor y calidez con su visita tradicional.
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