Esta semana se celebró en México el Foro Pro Bono, un encuentro en el que se debatieron las tendencias y los retos de este trabajo legal gratuito a personas sin recursos y organizaciones de la sociedad civil. Uno de los oradores fue Juan Francisco Torres-Landa, socio del despacho Hogan Lovells, quien habló de generar un mayor impacto transformador en esta labor y no quedarse sólo en el simple cumplimiento de las horas. Corresponsables lo entrevistó para conocer más sobre cómo deben ser estas prácticas, sobre la RSE en su despacho y la corrupción que aqueja a México.
¿Cómo debe pasar el pro bono a tener un impacto transformador en la sociedad?
Me parece que la forma en la que podemos trascender es pasar de una forma asistencial a una forma constructiva de hacer este trabajo. Necesitamos asegurar que aquellas poblaciones que se encuentren en situación de marginación encuentren en el apoyo pro bono no solo una salida a los problemas que tienen momentáneo o coyuntural sino que sobre todo entiendan cómo es la manera en la que pueden modificar esas condiciones y evitar que sean recurrentes. Que puedan encontrar en la ley un apoyo y una salida a los problemas y no una constante dejación que suele suceder en muchos países
Partamos de lo básico, por qué se propician esas situaciones de marginación. Muchas veces es por desconocimiento, las personas no conocen, no saben cómo hacer que las instituciones cumplan con su trabajo o el que la ley le manda. El vivir dentro de una cultura de la legalidad es una aspiración que se ha convertido en nuestra bandera más importante, porque la cultura de la legalidad, más de allá de pensar que cumplir con la ley es una buena labor, se tiene que traducir en la convicción de que no solamente me conviene si no que realmente me empodera y enarbola las mejores causas de la ciudadanía. En el momento que alguien tiene la autoridad moral y legal de haber cumplido con su parte, digamos en lo que la norma exige, luego puede por su parte reclamar a aquellos que no la están cumpliendo, particularmente las autoridades.
Hay ejemplos en comunidades al margen en materia de consumo eléctrico, en consumo de agua, de pago de impuestos prediales, etc… que para ellos estar fuera de la legalidad se convertía en un modus operandi bueno porque aparentemente se ahorraban dinero y no reconocían que esto los marginaba de cualquier tipo de beneficio, les limitaba cualquier tipo de exigencia y les causaba daños directos e indirectos. En el momento en el que las personas entienden que es mejor arroparse en un cumplimiento de lo que la norma les exige, eso los habilita para que vayan con las autoridades que no habían venido cumpliendo, que no tenían por qué cumplir ya que ellos estaban al margen de la ley, pero ahora se empoderan y pueden reclamar que se asfalte la calle, pongan alumbrado en sus calles… Todas esas exigencias no tienen cabida cuando la comunidad no ha propiciado ser congruente. Conseguir ese cambio, en nuestro parecer, es la gran apuesta para que nuestro país pase de ser uno donde, los abusos son generalizados y son sistemáticos a uno en el cual la ciudadanía sea exigente y la exigencia sea congruente.
¿Por qué deben animarse más despachos a hacer trabajo pro bono?
Los beneficios pueden ser infinitos pero no vayamos a buscar que haya medallas o reconocimientos, tiene que haber convicción interna. Por supuesto que es legítimo que busquemos una remuneración profesional como modus vivendi, pero entender la abogacía como solamente una forma de manutención y de satisfacción personal es sumamente egoísta y nuestra labor frente a la sociedad debe ser equiparable a la de los médicos con su juramento hipocrático. En esa comparación y en muchos sentidos nuestro trabajo si salva la vida a nuestros defendidos. Puede ser una diferencia entre perder la vida o no, no en sentido material, me refiero a la de ayudar a que encuentre una cuyo aliciente sea la justicia frente a una de injusticia e indefensión.
¿Cómo entiende Hogan Lovells la Responsabilidad Social Empresarial?
Es una tradición que venía desde nuestro despacho original antes de integrarnos en 2014 al despacho global. Y tras integrarnos esto nos ha aportado lineamientos de comportamiento, que comulgan con una filosofía de servicio a la comunidad, de entrega a causas de ciudadanía, de causas pro bono, que se traducen en un compromiso tangible.
Todos los empleados de la firma a nivel mundial tenemos por lo menos la obligación de realizar 25 horas de trabajo pro bono, y estamos viendo el aumentarlo. Somos una parte excepcional ya que tenemos herramientas a nuestro alcance que la mayoría de la población no tiene. Tenemos experiencia, conocimientos, herramientas, cobertura, lo menos que podemos hacer es usar esto en beneficio de los que nos rodean. Y es que si al final del día no apoyo a mi comunidad, al entorno, pasa que la comunidad no puede salir adelante, el país no va a poder progresar y se convierten en fuerzas opuestas polarizadas que estiran la liga, una clase que se empobrece y una clase que quiere superarse. Tenemos que compactarnos y trabajar en coordinación para que la polarización se reduzca y que las personas encuentren en el derecho una solución a los problemas y no como una carga.