¿Cómo nació Laboratoria?
La idea nace hace 2 años en Perú después de que Mariana Costa fundara con su esposo una agencia digital y cuando quisieron contratar a gente se dieron cuenta de que existía poca formación en este sector de especialización y además pocas mujeres. Así que la iniciativa nació frente a la falta de oportunidades para las mujeres en América Latina y la gran demanda que hay en el sector. Así nació Laboratoria para unir los dos mundos.
Llegamos a México porque hay un mercado importante en México, ya que nos dimos cuenta de que los “ninis” representan una población muy grande en este país, 7 millones de personas de las que las mujeres representan 5 millones de ellos. Esto nos sirvió a analizar el público meta que finalmente son mujeres que no han tenido muchas oportunidades educativas y laborales en su vida. Pueden haber trabajado y pueden haber estudiado pero sin realmente una visión de carrera. Estamos tratando de identificar este talento dentro de este pool de mujeres que se enfrentan con una dificultad de hacer una carrera en su vida.
¿Cómo seleccionan a las beneficiarias de Laboratoria?
Tenemos un proceso de selección muy fuerte con dos rondas de pruebas, pruebas de habilidades blandas y pruebas de lógica por que la programación no es para todos ya que requiere un razonamiento lógico. Entonces pasan por estas dos etapas de pruebas por lo que hacemos un primer corte seleccionando a las mejores. Después de esto entrevistamos a las candidatas para entender bien su historia, su carrera, sus motivaciones y luego las seleccionamos. Ahora vamos a implementar una semana de prueba en grupo para ver como ellas interactúan y si se ven en nuestro centro con nosotros durante cinco meses porque es un compromiso serio durante ese tiempo.
¿Y después?
Luego tienen que empezar una carrera en el sector digital ya que el programa abarca la capacitación y la colocación laboral. Se tienen que comprometer a después trabajar en esto. El compromiso, las ganas y la actitud es algo muy importante para ser parte de Laboratoria.
¿Cómo lanzan la convocatoria?
Sigue siendo un reto. Estamos trabajando mucho en redes sociales, tenemos alianzas con organizaciones de la sociedad civil y con organizaciones varias que atienden a mujeres y nos ayudan a difundir la convocatoria. Con la tercera generación llegamos a 500 inscritos, y de ellas 236 vinieron a pasar las pruebas. Actualmente estamos en el primer corte para esta tercera generación.
¿En qué consiste el programa?
El programa se enfoca en el desarrollo web para aprender a desarrollar webs sencillas, sin ver funcionalidades, ya que se centran en el landing page. Esto porque se aprende rápidamente en 5 meses y porque hay un potencial de contratación muy alto, además de ser el menos complicado para personas que nunca han aprendido algo de computación. La segunda parte va enfocado al desarrollo personal trabajado con una psicóloga que viene cada día al centro y que imparte talleres de habilidades personales como liderazgo, confianza en una misma, trabajo en equipo, comunicación… pues esto es muy importante para cuando empiecen su trabajo. Esto les prepara a entrar a trabajar en una empresa formal. El desarrollo profesional va mucho de la mano con el personal.
Además impartimos clase de inglés ya que es muy importante. Todos los recursos de programación web son en inglés y las empresas requieren que sus empleados hablen un poco de inglés. Estamos trabajando con el Tec de Monterrey para que nos ayuden a las clases.
¿Cuáles han sido los resultados hasta la fecha?
Los requisitos son pocos, ser mujer, tener entre 18 y 35 años y haber acabado la secundaria, además de tener muchas granas de aprender, pero hay una parte de análisis de su historia de vida de su compromiso y por qué no han tenido éxito en su trabajo o carrera.
Empezamos la primera generación con 27 mujeres, de ellas 23 se graduaron y actualmente 18 están trabajando en el sector. En la segunda generación empezaron 40 y esperamos graduar a mediados de este mes a 30. La tercera esperamos que empiece con 60 participantes de las cuales esperamos que 50 se gradúen.
El 70% es el mínimo que queremos colocar en empresas. Todo el proceso de colocación es parte del programa por lo que tenemos una red de empresas comprometidas a entrevistar a una o dos chicas de cada generación y pagarnos una tarifa de contratación laboral y de pagar un sueldo mínimo a nuestras alumnas. También celebramos el Demo D en el que conectamos a las empresas con las alumnas, las empresas se presentan y sus ofertas de empleo, y las alumnas su portafolio.
Este año esperamos cerrarlo con 100 mujeres capacitadas. Esperamos abrir un centro de formación en Guadalajara a finales de año o a inicios del que viene. El incremento de salario de nuestras chicas es 3.8 veces su salario anterior y esto es un cambio radical de vida. Por ejemplo tuvimos una chica que limpiaba el edificio donde tuvimos nuestras clases y ahora está trabajando en el mismo edificio pero como desarrolladora web.
Laboratoria es un programa accesible económicamente, identificamos el talento, damos herramientas para cambiar en poco tiempo a un costo simbólico de 200 pesos al mes. Luego recuperamos la inversión con un porcentaje pequeño de su salario personalizado a partir del momento que reciben un sueldo y en caso de quedarse sin empleo pueden suspender este plan a la vez que nosotros buscamos donde recolocarla, así se convierten en inversoras de Laboratoria para poder pagar las siguientes becas.
¿Qué tipo de empresa se acerca a Laboratoria?
Ahora tenemos muchas empresas diferentes desde la start up digital hasta la pyme con toda o una parte de su negocio en línea. Tenemos grandes empresas que tienen un departamento IT que requieren de estas empleadas. En nuestros inicios fueron más las start up y pymes que las grandes empresas, pensamos que esto va a cambiar ya que las grandes van a necesitar más empleados y nosotros vamos a ofrecer este talento.
¿Qué más ventajas encuentran las empresas en Laboratoria?
Estamos implementando toda una educación continua para las ex alumnas puedan regresar para seguir formándose y tener workshops de especialización sobre un tema que la empresa está empujando también. Entonces estamos dando mucho seguimiento tanto al desempeño de las ex alumnas y para saber las necesidades de las empresas tratando de actualizar nuestro temario y saber qué más podemos ofrece. Esto es una gran ventaja ya que pueden enviar a sus empleadas a actualizarse e incluso estamos viendo la posibilidad de que en unos meses podamos abrir estos cursos al resto de empleados.
También hay empresas que nos apoyan con el donativo de computadoras o envían a empleados para hacer el mentoring durante el programa o con dinero y difusión de nuestra iniciativa. AT&T nos apoyó mucho con una donación que nos va a ayudar a fortalecer nuestro programa, tener nuestro propio espacio de capacitación, tener capacidad de formar a más mujeres. La colaboración empezó este mes.
¿Cuáles son sus principales retos?
Hay varios retos. El primero es llegar a más mujeres con las características que buscamos. El segundo es que para crecer requerimos recursos y nuestro modelo quiere llegar a un punto de sostenibilidad que esperamos obtener dentro de dos años ya que se enfoca en dos factores: el repago de las alumnas que consiguieron un trabajo y que cuentan con un sueldo. La tasa de colocación laboral es la otra fuente.
Necesitamos los recursos antes para poder crecer. Una vez que tengamos los recursos si podremos reclutar a más gente, abrir otros centros… Todos los recursos obtenidos se reinvierten en el programa.
¿Cuál es la principal satisfacción?
Es realmente poder trabajar con estas mujeres y ver el cambio en ellas en sólo cinco meses. Cuando llegan son inseguras, no creen en sus potencialidades, no ven cómo van a aprender en cinco meses a hacer páginas web y tienen poco autoestima. Es verdad que en este tiempo pasan por todas las fases entre ellas la de felicidad que supone poder hacer proyectos y trabajar en equipo, así de poder cambiar de vida.