Cada vez más se están viendo que los programas de sustentabilidad en México se enfocan al ámbito ambiental desde una perspectiva comercial, si el programa no rinde ventajas económicas en el siguiente balance de la empresa se recortará, por lo que es vital que los directos o gerentes del área de ambiental o de sustentabilidad comiencen a visualizar la forma en que se podrá medir y relacionar temas comerciales. De antemano no es una tarea sencilla, pero si se dejan de hacer estas prácticas el tema de sustentabilidad ambiental carecerá de apoyo, fuerza, respaldo y será otra bonita campaña en los pizarrones de comunicación de las organizaciones.
“Creo que la ejecución alineada con la estrategia comercial se ha convertido en un enfoque real para diversas compañías”, explicó un participante de la investigación. “Y resulta que, hacer menos cosas pero realmente desarrollar una agenda de acción compartida con el área comercial es una estrategia requerida para pasar al impacto real al interior y exterior de la organización”.
Cómo hacer las cosas: un enfoque renovado en el impacto y la ejecución
Para los profesionales experimentados, la idea de que los programas exitosos deben tener un caso de negocios sólido puede no ser una sorpresa, pero según los participantes de la investigación, no todas las empresas han sido tan disciplinadas al examinar sus proyectos de sustentabilidad y muchas siguen pensando en la estrategia de reforestación.
“Todavía hay compañías que no han enfocado de forma real y mucho menos comercial una estrategia de sustentabilidad y por lo tanto carecen de una agenda ambiental que les permita generar ahorros”, explicoó otro participante de la investigación.
Una forma en que las compañías están redefiniendo su enfoque de sustentabilidad es a través del uso de evaluaciones de materialidad, entendidas como herramientas de planeación estratégica que ayuda a las compañías a evaluar nuevas iniciativas en términos de la razón de ser de la compañía y su capacidad para lograr resultados económicos o de eficiencia.
“Los objetivos de sustentabilidad son otra área de escrutinio en crecimiento”, dijeron los participantes. Si tienen un horizonte demasiado largo o son demasiado audaces, comienzan a perder su relevancia para el negocio, deben ser palpables sus beneficios en corto plazo para comprometer a los empleados y a los directivos, de lo contrario se pueden escuchar en los pasillos argumentos como “Hemos tenido objetivos a largo plazo durante mucho tiempo”, “Está demasiado lejos en el futuro que ni siquiera es significativo”. Lo importante al momento de definir una estrategia de sustentabilidad ambiental es evitar caer en esto.
Entre las personas que respondieron a esta encuesta de tendencias en Norteamérica, las compañías buscan cada vez más los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) avalador por las Naciones Unidas, para ayudar a establecer objetivos que impulsen el impacto que buscan. La idea detrás de esto es que los proyectos que emprenden los profesionales de EHS (Seguridad, Higiene y Ambiente) contribuirán a los esfuerzos colectivos para abordar los desafíos sociales y ambientales que plantean riesgos para sus empresas.
Conclusión
Durante los próximos años, a medida que la sustentabilidad continúe integrándose más profundamente en las operaciones existirán más debates y habrá un mayor número de conversaciones sobre cómo establecer métricas efectivas de EHS, para priorizar esfuerzos y medir el impacto que las compañías están haciendo en el mundo. “Un gran plan es solo un plan. Necesita la implementación y el seguimiento para asegurarse de que produzca beneficios para la empresa y su comunidad”; concluyeron los ivestigadores del estudio.