¿Cómo cree que está afectando la crisis a los programas de voluntariado corporativo?
Voluntare nos ha presentado una oportunidad única para hablar de un tema del que casualmente no nos gusta hablar. No nos gusta hablar de la crisis, de lo que no funciona bien, de los programas que fracasan, de los desafíos y retos que tenemos que enfrentar todos los días, porque me parece que hay la impresión de que cuando se habla de voluntariado, gestión social, ayudar a tu prójimo etc. , siempre se piensa que es un área en la que todo debería ser perfecto y debería funcionar como debe ser y en la que no hay desafíos. Y esa no es la realidad. Es muy bueno poder hablar de los premios que hemos ganado o del impacto que hemos tenido, pero a veces tenemos que sentarnos a hablar muy francamente y decir “esto no está funcionando”.
¿Qué problemas ha ocasionado la crisis?
Hay problemas serios, de eso no hay duda. La gran mayoría de los programas de voluntariado corporativo reciben fondos y recursos de las corporaciones. Y cuando esos recursos no están ahí porque hay una crisis económica seria, que todavía nos está atacando y no sabemos cuando va a terminar, pues obviamente hay un impacto en todas la áreas. Existe la noción de que tener un programa de voluntariado corporativo es muy bueno para los empleados, para la comunidad, etc. pero en momentos de crisis la idea es que hay que recortar porque el enfoque debe estar en preparar el producto, mejorar el negocio, etc. La RSE es parte del negocio, entonces me parece que hay empresas que todavía tienen que aprender a entender claramente que si no están logrando ningún tipo de impacto en sus comunidades entonces están creando problemas, aunque no lo crean.
No invertir en RSE en tu comunidad supone evitar la oportunidad de tener individuos en tu comunidad que se puedan emplear, que adquieran conocimientos, habilidades, estás invirtiendo, en definitiva, en tus futuros empleados o en tus futuros consumidores. Es un error muy serio pensar que eliminando programas de voluntariado vas a resolver el problema. Las empresas deben replantearse bien su posición, ya que si no invierten en RSE, existe la posibilidad de que el problema sea mucho más serio para generaciones futuras.
¿Cómo aconseja a los responsables de los programas de voluntariado corporativo que actúen ante un entorno por parte de la alta dirección hostil hacia este tipo de programas?
Hay varias recomendaciones. La primera, colaboración e intercambio de experiencias y conocimientos. E intercambio de las áreas de enfoque, porque si yo como empresa ABC sé en que está trabajando la empresa BEF y la empresa XYZ pues entonces lo primero que voy a pensar es que posiblemente no tenga la necesidad de trabajar con tal o con cual causa porque ya hay otra empresa que se encarga de eso. Así, ya evito el primer error que es duplicar esfuerzos en un área que ya se está atendiendo.
La otra recomendación es mucha conversación entre los diferentes departamentos dentro de la empresa, porque el tema de la RSE no es propiedad del departamento de Recursos Humanos o del de Comunicación o del de RSE: es la responsabilidad de todo el mundo. Si nosotros, como profesionales, no ayudamos a que otros también crean en la importancia de la sostenibilidad y de la RSE, nunca va a haber progresos y siempre va a ser más bien una actividad sujeta a los vaivenes de la economía.
¿Y a los empleados cómo se les involucra?
Culturalmente en muchos países no existe una cultura de voluntariado corporativo, lo que ya es un desafío enorme. Pero específicamente para aquellos que ya están involucrados, la empresa es tan responsable como lo es el empleado a la hora de utilizar esta oportunidad para el crecimiento profesional. Los empleados deben buscar en las acciones de voluntariado corporativo una oportunidad para desarrollar sus habilidades, expandir su red de contactos profesionales, etc. Hay un sinfín de cosas que podemos hacer. No quiero que nadie piense que el voluntariado es una puerta o una ventana a una profesión o a un ascenso o aumento de sueldo. Pero sí que proporciona una oportunidad de crecimiento y desarrollo profesional como realmente ofrecen muy pocos programas corporativos.
¿Cuáles son las clave para un buen programa de voluntariado corporativo?
Posiblemente hay tres o cuatro. La primera, entender claramente qué causa se quiere atender, qué necesidad hay en la comunidad. Número dos: ser muy serios con el compromiso de proveer los recursos necesarios para atender esas necesidades. En tercer lugar, hay que establecer indicadores, hay que medir de alguna manera los programas y, por último, al final de ese proyecto o a mediados, hay que ir analizándolo para asegurarse de que está yendo en la dirección apropiada.
Y me parece que algo muy importante es la oportunidad de celebrar los logros, de reconocer a los empleados y a las personas que han estado trabajando para el bien de la comunidad.
Hay un poco de complejo en España y Latinoamérica en asuntos de voluntariado corporativo. Se piensa que no estamos tan avanzados como los países anglosajones. ¿Cuál es su visión?
Estoy en total desacuerdo. El hecho de que se entienda que en Estados Unidos u otros países angloparlantes están más adelantados en temas de voluntariado corporativo es más un mito que otra cosa, porque el voluntariado corporativo al final trata de la gente y la gente viene con su cultura y cada cultura es diferente. Aquí en España, se hacen las cosas de una manera, no se hacen igual que en EEUU, pero eso no significa que se esté más adelantado o atrasado.
Lo importante es que se esté haciendo algo y que hayan metas para continuar mejorando y para continuar expandiendo. A mí me parece que lo que se está haciendo aquí en España y en otros países es tan importante y tiene tanto valor como lo que se está haciendo en otros países. Además, cada país en su caso en sí mismo, porque lo que funciona en otros países, quizás en España no funciona.
La realidad es que culturalmente somos todos muy diferente y siempre que tengamos un compromiso de hacer algo, que lo hagamos y que nos aseguremos de que los resultados son como esperábamos o mejores, siempre que la gente se sienta tranquila y sienta que está cumpliendo con su responsabilidad como ciudadanos ya sea individualmente o a través de la empresa para la que trabajan, lo estaremos haciendo bien.