En el marco del IX Foro Internacional de RedEAmérica, cuéntame tu experiencia en Argentina al asistir a dicho evento.
Fue una muy buena reunión y constó de cuatro días. En dos de ellos fue una sesión abierta al público y otro privado para los socios de RedEAmérica, la cual se encuentra enfocada a la promoción de proyectos de desarrollo de base tanto de las empresas como fundaciones. Ahí tuvimos la oportunidad de escuchar en vivo a diversas organizaciones sobre cuáles son sus buenas prácticas, sus proyectos con la comunidad, sus proveedores, impacto al medio ambiente, integrales, etc.
En Córdoba hubo stands de las diferentes empresas que conforman la red de Argentina, en donde se presentaron más de 15 proyectos sobre temas de emprendimiento, medio ambiente. Pudimos platicar con las personas que lo operan y aprender de todo tipo de proyectos.
Al día siguiente tuvimos nuestra sesión abierta al público en donde hubo más de 300 personas interesadas en el tema de la RSE y pudimos escuchar a ciertas personalidades que hablaron sobre los negocios y los ODS. Al final se entregó el premio Transformadores, el cual otorga RedEAmérica a sus miembros sobresalientes en diversos proyectos. Fueron días productivos en donde pudimos intercambiar buenas prácticas entre los socios y no socios, uno de los objetivos de la red; la cual la conforman más de 80 empresas y fundaciones. En México somos 18 organizaciones que participamos.
¿Cómo ves en Latinoamérica, en el segundo año de su implementación, el tema de los ODS?
Es una agenda bien recibida, un marco que representa una oportunidad de crear valor significativo para los negocios y mercados. En específico, los he visto con mucho empuje en temas de comida, agricultura, ciudades, energía, materiales, género, salud y bienestar, pobreza, la paz y las alianzas. Como marco ha sido muy bien recibido y es significativo.
En teoría, tenemos claro que llegar o lograr éxito en estos objetivos significa para todos que crezca el mercado, que haya productividad, ahorro en costos, reducción de riesgos, fortalecer la marca y que puedas lograr mejoras en los procesos de cumplimiento o un impacto equilibrado entre lo económico, social y ambiental.
No creo que quede la menor duda que genera un impacto positivo ahora. Lo que falta es potenciar estas oportunidades que se plantean como grandes retos y objetivos que tenemos que lograr en 169 indicadores. Puede sonar complejo, pero si los analizamos se pueden tornar en oportunidades para las empresas y entender en qué agregamos valor. Lo que se tiene que lograr es pasar de esa reflexión a la comprensión para realmente lograr ese entrelazado de compromisos con sus operaciones, productos, servicios, cadenas de valor e integrarlo a tus programas de valor.
Lo que falta es que en este proceso se cree una conciencia en las pymes en donde nosotros, como gran empresa, necesitamos apoyar con guías, métricas y soporte que necesitan para crear un caso de negocio interno. Además de involucrarlos, energizarlos para que logren entender que, a través de estas oportunidades, pueden seguir creando oportunidades.
Oportunidades de negocio en estos 17 objetivos hay muchísimos. Los puedes ver como grandes retos, pero en el mundo de negocios puedes transferirlo en oportunidades. Cada vez hay más compañías que están integrando modelos de negocio más innovadores y que sean sostenibles.
Formas parte del Consejo de Nuevo León, en la Comisión de Desarrollo Humano y Nuevo León que ha sido el pionero en este tema, ¿qué piensas sobre ello?
Este primer paso fue sumar hacia el Consejo Nuevo León proyectos que puedan adoptar estos objetivos. Estamos en pláticas con la ONU para ir definiendo un plan de trabajo. Es un proceso muy formal donde hay compromisos. Veremos qué temas, qué proyectos y a qué objetivos le vamos a apostar. Es un proceso en donde ya hubo compromiso y el Consejo Nuevo León quedó como el primero en alzar brazo y estará verificando sobre los ODS, para llevar a cabo nuevos proyectos.
Reviso el organigrama del Consejo de Nuevo León y veo que eres la única mujer. Ya que ha pasado el mes de marzo en el que se visibiliza el papel de la mujer trabajadora y además de que has recibido dos reconocimientos, ¿qué significa esto para ti?
Es un compromiso muy grande, primero por mi estado. Como persona he sido muy activista. Participo en más de 15 consejos de OSC y las universidades. Tengo el honor de participar en el Consejo de Nuevo León y presindiendo la parte estratégica de cómo queremos al Nuevo León para el 2030. Así tengo la oportunidad de involucrarme en temas de salud, educación, desarrollo social. Temas que debo planear y monitorear, además de ser una facilitadora. Un trabajo lindo.
Con mi Estado estoy muy comprometida y este reconocimiento que se me hizo, me anima a saber que sí se puede y debo demostrar que las mujeres tenemos un papel fundamental en el generar estos procesos de sostenibilidad, planeación estratégica y aterrizar acciones concretas. Ese trabajo me compromete más y me responsabiliza.
Por otro lado, el premio Leading Women son palabras mayores. Me emocioné mucho porque este premio lo que hace es reconocer a las 10 mujeres en el mundo que están haciendo algo por un cambio en los temas de sostenibilidad y empujar los ODS más allá de sus fronteras y ámbito de acción. Ser reconocida por el World Bussiness Council, me alienta. Para mí y mi familia fue un reconocimiento que nos llena de orgullo y para mis colegas, jefes y CEOs, que me han apoyado en este proceso, y mi gran equipo de trabajo también. Este premio no es mío es de todos ellos. Uno no puede decir que estas cosas se logran solas.
Muchas mujeres con las cuales yo he trabajado fuera de la oficina y en la suma del movimiento Todos somos esperanza, me escribieron. Ellas se ven reflejadas en este movimiento. Son más de 3 millones de mujeres que se siente parte de este movimiento, trabajando en acelerar y tener un proceso de transformación social. Sí se puede, sí se pueden hacer cambios con humildad y tenacidad. Esto me invita a seguir haciéndolo y más rápido porque ya hay mucho que hacer.