¿Cuál es la receta para cumplir años y seguir con una apuesta fuerte por combatir la desnutrición infantil?
La receta es estar enamorado de la causa, pero ante todo que la convicción de la Fundación CMR venga desde la alta dirección. Creo que Fundación es lo que es hoy por el apoyo que viene desde arriba. Esto hace más fácil que permee en todos los niveles. Hoy dentro en la estrategia de CMR hay temas de Fundación y RSE sobre la mesa. En los indicadores de la compañía están los temas de la Fundación presentes, y eso nos ayuda, primero a estar muy fortalecidos internamente y lo mismo fuera, desde con los proveedores hasta con los clientes. El hecho de que esté tan permeada y que esté tan adentro del ADN de la empresa hace que podamos llegar a todos los stakeholders. En lo personal creo que esa es la receta.
¿Y cuál es el ingrediente secreto para seguir año con año incrementando los apoyos que ofrecen a las instituciones?
El que la Fundación CMR tenga la plataforma del corporativo eso te ayuda y es la clave de que los números vayan creciendo. Pero sobre todo, como cada vez el personal está más convencido, todo nuestro equipo ya se convierte en promotor de los fines de la Fundación. Nosotros debemos estructurar, motivar, facilitar estrategias de promoción y recaudación. No en muchas empresas se da el fenómeno que se da en esta.
¿Cómo hacen para ir a la cama, tranquilos de que el dinero que captan y ejecutan dará los resultados esperados?
Es un tema que no te deja de preocupar y hemos de estar seguros de que se destinan a combatir la desnutrición infantil. Por eso cada vez ponemos candados más seguros de que los donativos repercutirán en resultados. Actualmente, estamos en alianza con Un Kilo de Ayuda que está capacitando a nuestras donatarias en como tomar medidas antropométricas para conocer resultados. Además hemos abierto una nueva área de indicadores y fortalecimiento institucional que recibirá avances de las instituciones pero también corroborará con visitas presenciales, aunque hay que decir que todas pasaron por un filtro concienzudo. Ahora queremos equilibrar el impacto y los indicadores, junto con la procuración que era donde nos volcábamos sobre todo antes. Seguro que esto nos va a dejar dormir tranquilos. Creo en este punto, que es bueno generar alianzas para poder pegar más fuerte a la desnutrición infantil.
¿Y a partir de ahora qué?
Explotar que vamos a tener indicadores tan precisos. Vamos a poder conocer cómo funcionan los modelos a los que apoyamos, ver por cuáles apostar más o como combinarnos. Un desafío es que también nos conozcan más.