Sin embargo, para los habitantes de estas comunidades rurales, la vida no es tan fácil ya que la mayoría de las personas tienen familiares y amigos que trabajan fuera de sus comunidades rurales. Estos trabajadores migrantes, por lo general, desean llamar a casa para mantenerse en contacto, para discutir sobre algún problema o para notificar a los familiares sobre las remesas. Además, los estudiantes dentro de la comunidad desean recopilar información sobre las escuelas; o los agricultores y comerciantes desearían poder checar los precios, particularmente para las mercancías donde la calidad y los envíos a tiempo son primordiales, como la fruta perecedera.
Esto resume lo que José vive en su comunidad en un día habitual. Al igual que muchos otros de su pueblo, que tienen que recorrer varios kilómetros para acceder a un teléfono público, José lo tiene que hacer para hablar con su padre quien trabaja fuera de la ciudad. Los servicios como internet son inexistentes.
Para muchos de nosotros, este escenario parece irreal, pero por desgracia no lo es. Debemos tener en cuenta que el crecimiento de la telefonía móvil y la banda ancha se enfocan principalmente en las zonas urbanas y semi-urbanas. Debemos reconocer que casi la mitad de la población mundial vive en zonas rurales y remotas con escasas opciones de telecomunicaciones y más de 1.5 millones de personas están completamente desconectadas.
La falta de acceso a los servicios de conectividad no sólo significa la creación de una brecha digital entre los residentes de las comunidades rurales no conectadas y el resto del mundo, sino también los pone en desventaja en términos de desarrollo económico y social. El acceso a los servicios básicos de telecomunicaciones, como la telefonía de voz y mensajería, es la necesidad del momento para estos lugares.
Las comunidades rurales también tienen derecho a la Conectividad
A menos que se disminuya la brecha digital que existe en cualquier país en desarrollo, es imposible crear una sociedad de la información donde el conocimiento y la innovación fluya libremente. Las zonas rurales del mundo son la última frontera; sin embargo, son también un importante pilar de la revolución tecnológica de la información.
Servicios tradicionales de GSM e internet, desplegados en zonas urbanas, son una inversión costosa para los operadores de redes móviles. Con un elevado gasto de capital y costos considerables de operación por torre, la base de suscriptores que se encuentra en las áreas rurales, no puede justificar estos costos.
Afortunadamente, este problema ha activado la innovación en la forma de tecnología de células pequeñas, que ha ayudado en el desarrollo de GSM compacto y equipos de infraestructura de red de banda ancha que se expanden de manera efectiva en el mercado global de telecomunicaciones para las comunicaciones inalámbricas rurales y remotas, por lo que es asequible para los próximos mil millones de usuarios. Su eficacia es que no requiere de grandes inversiones de capital para poder crear una infraestructura de red, o gastar largos periodos de tiempo en la implementación y puesta en marcha. Estas soluciones son implementadas por usted mismo y pueden ser instalados con una ayuda técnica mínima.
Para las comunidades remotas que nunca han sido testigos de conectividad de voz y datos de primera mano, ahora tener acceso a la red en una caja de soluciones para comunicarse dentro de sus límites y, posteriormente, escalar hasta una conectividad total, es el lugar ideal para comenzar.