El punto de inflexión es cuando te das cuenta que tienes una posición privilegiada, ya sea personal o profesional, con respecto a otras personas y puedes contribuir a realizar un cambio social o ambiental positivo dentro de tu ámbito de influencia.
Mi hipótesis es que todas las personas tenemos un punto de inflexión que, cuando sucede, ya no eres el mismo y te comprometes a dejar un mundo mejor al que encontraste.
Al elegir el tema de este artículo, me di a la tarea de preguntar a personas comprometidas con la Responsabilidad Social a nivel personal o profesional, ya sea colaborando en empresas privadas o en organizaciones de la sociedad civil. Y sus respuestas fueron tan diversas como sorprendentes, se las comparto a continuación:
• “Mi punto de inflexión fue cuando asistí a una plática de cáncer de colon y cuando llegué a casa y le platiqué a mi mamá, nos fuimos a hacer estudios y le detectaron cáncer de colon en una etapa temprana. Gracias a esa plática, mi mamá salvó la vida”.
• “Mi punto de inflexión fue cuando me abrió la puerta un joven con Síndrome de Down en una entrevista de trabajo en una empresa incluyente que contrata a jóvenes con alguna discapacidad intelectual”.
• “Mi punto de inflexión fue cuando viví en carne propia la discriminación por razones de mi origen indígena cuando tuve que migrar a la Ciudad de México, en ese momento supe que tenía la misión de dignificar a la gente de mi pueblo”.
• “Mi punto de inflexión fue cuando, después de muchos años de trabajar en Responsabilidad Social, conocí una empresa que la realiza de manera estratégica y con impactos claros y medibles.
Antes creía que solamente eran buenas intenciones, ahora soy un convencido de que sí es posible hacerlo bien”.
• “Mi punto de inflexión fue cuando escuché en una conferencia de Responsabilidad Social a una persona apasionada, comprometida y que logra resultados. Antes yo creía que eran cuestiones de mercadotecnia y me di cuenta que no necesariamente es así”.
• “Mi punto de inflexión fue cuando vi el maltrato hacia los animales por parte de mi vecino. Por eso ahora tengo una fundación que busca que la gente tenga un sentido de mayor respeto hacia los animales”.
¿Cuál fue tu punto de inflexión? ¿O aún no lo tienes? Si ya te llegó ese punto de inflexión, te felicito y te deseo mucho éxito en tus acciones sociales y/o ambientales. Si aún no te ha llegado, espero que te llegue pronto, muy pronto.
*Miguel es un nombre ficticio para protegerla identidad de la persona.