La RSE la entendemos como una nueva oportunidad que la sociedad se da para proponer esquemas de solución a causas sociales importantes como la pobreza, la inequidad y la desigualdad en la distribución de la riqueza. La RSE no es un modelo pragmático que busca solo obtener resultados organizacionales. La RSE es su dimensión estructural, debe participar en generar políticas económicas ligadas al desarrollo social y el bien común, la RSE debe estar en contra de una económica de la exclusión y la inequidad. La aportación de la RSE está en promover una económica verdaderamente humana, teniendo a la ética como fundamento de la globalización de las empresas.
El primer momento de la RSE debe ser un encuentro directo con la personas. Los diferentes indicadores de los modelos de gestión de la RSE tienen constantes en sus métodos y en la formación de sus componentes. Todos los modelos son excelentes y tienen un objetivo en común, incidir en la rentabilidad de la empresa con buenas prácticas de ciudadanía corporativas.
Es cierta la premisa sobre la sensibilización que debemos tener con la alta dirección de la empresa como un requisito indispensable para que la RSE fluya y tenga los resultados esperados. La experiencia de Fundación Expo Guadalajara como Aliado Regional en Jalisco del Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI) en la promoción de la cultura de la RSE, indica que anticiparse a explicar un modelo de gestión de RSE con temas de antropología y filosofía social (sistema de relaciones humanas) que profundicen sobre la fidelidad del hombre a la verdad, la ética, su naturaleza en buscar el bien y la vocación de servicio a los demás. Esto ha permitido tener una vivencia social individual y de ahí llegar a la empresa y transformar el entorno laboral. Dimensionar el ser y el hacer de la persona en los deberes cotidianos como empresario. Si los valores del hombre se entiende en plenitud con su compromiso social, tendremos mayor impacto cuando entremos a una primera etapa de sensibilización y capacitación de la RSE y expliquemos los beneficios del Triple Bottom Line.
La empresa es un ciudadano responsable, considerado así por su ámbito social. No es ajeno para la empresa hablar de la promoción del desarrollo integral. La empresa con la capacidad de influir en lo individual y en lo social, a través de principios como el bien común, consigue integrar la gestión de los gobiernos, sectores empresariales, organismos, organizaciones de la sociedad civil en un mismo objetivo: acceder a los bienes necesarios para todos.
La responsabilidad es personal e inicia como gestores de lo económico y lo social. No podemos separar estos ámbitos, una gestión económica únicamente, sin lo social no sería aceptable (ético). Hablar solo de lo social sería una gestión distributiva y correría el riesgo de no ser sostenible.
La RSE es un encuentro con la persona, sería imposible llegar a los beneficios de la Responsabilidad Social Empresarial sin hombres confiables, honestos y éticamente correctos, capaces de operar la política y a las empresas, con capacidad de responder por sus actos personales, familiares, empresariales y sociales.