La implementación de las 10 recomendaciones del denominado Consenso de Washington dio lugar a la descentralización, externalización y privatización de las funciones del Estado, convirtiendo a la empresa en actor clave no sólo del desarrollo económico y social, sino también de la promoción y garantía de los derechos humanos, incluyendo los derechos de niñas, niños y adolescentes (NNA). Actualmente, muchos de los derechos reconocidos en la CDN dependen en alguna medida de la actividad de las empresas, debido a que los bienes y servicios que producen constituyen un derecho en sí mismo (alimentación, educación, salud, información), en el proceso de producción puede verse afectado de forma negativa el ejercicio pleno de algún derecho o si las NNA son empleados.
El Comité de los Derechos del Niño señala que los Estados son los encargados de crear instituciones que regulen la operación de las empresas, además de generar mecanismos de reparación del daño en caso de ser necesario, para evitar la violación de derechos y garantizar su justiciabilidad.
La responsabilidad de garantizar los derechos de la infancia sigue siendo potestad del Estado. Sin embargo, el Pacto Mundial propuesto en 1999 por el ex Secretario de las Naciones Unidas, Kofi Annan, ha conferido a las empresas la oportunidad de generar principios que autoregulen su operación, legitimando su actividad ante las comunidades y grupos de interés con los que se relacionan, convirtiéndose así en corresponsables de la promoción y garantía de derechos humanos mediante la adopción e instrumentación de la noción de Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
En México, las NNA constituyen la tercera parte de la población y deben ser considerados por las empresas como uno de sus principales grupos de interés. Por lo anterior, es menester que los modelos de gestión con RSE consideren el enfoque de derechos de la infancia. Retomando las líneas estratégicas propuestas por el CEMEFI, compartimos algunas ideas sobre cómo las empresas pueden integrar el enfoque de derechos de la infancia en su gestión:
1. Ética y gobernabilidad empresarial
- Reconocer en sus códigos de ética el interés superior del niño
- Garantizar que la información sobre sus actividades y productos sea accesible para que niñas y niños puedan consultarla.
- Crear regulaciones internas que eviten cualquier discriminación.
2. Calidad de vida en la empresa
- Generar condiciones de empleo que permitan a los adultos el cuidado de sus hijos.
- Crear fuentes de empleo que garanticen el derecho al trabajo digno, evitando toda forma explotación.
3. Vinculación y compromiso con el desarrollo de la comunidad
- Desarrollar campañas a favor de los derechos de la infancia entre los grupos de interés.
- Considerar la opinión de niñas y niños para la toma de decisiones sobre proyectos que les afecten.
- Evitar en su publicidad toda forma de discriminación.
4. Cuidado del medio ambiente
- Cuidar que sus procesos de producción y sus productos y servicios no afecten la salud de NNA.
- Cuidar que sus actividades no afecten los espacios destinados para el desarrollo y recreación de NNA.