Existe un alto riesgo de ver a estos conceptos así, ¿por qué? Porque un país que quiere ser funcional, viable y exitoso en el tiempo, tendría que integrar y correlacionar en sus políticas las variables ambientales, sociales y económicas. Normalmente aislamos dichas variables y las abordamos de manera separada. Lo sustentable se confunde, se encapsula y se asigna a la autoridad ambiental gubernamental o al área de ecología de una empresa para que lo trabajen, con el menor presupuesto posible.
Si desde niños nos enseñaran a pensar y a buscar la armonía de todas las variables, podríamos juntos construir un país realmente sostenible en el tiempo, un México próspero. Pensar de manera sostenible signifi ca pensar a futuro y en plural (buscando el bien común). La Sostenibilidad deriva en competitividad a largo plazo; se refl eja a nivel personal, comunidad, gobierno e iniciativa privada. Una empresa responsable conecta las variables antes mencionadas. En caso contrario ésta se estará construyendo un disfraz que tarde o temprano se desvanecerá.
La Sostenibilidad es una forma de pensar, actuar y ser. Es la aptitud que desarrolla una persona, organización o nación para vivir en armonía con su entorno. ¿Qué pasa si esto no sucede? Ponemos en riesgo nuestro futuro. En nuestra organización estamos seguros del potencial para un México sostenible, pero para que éste fl orezca se necesita una transformación cultural. Nosotros le apostamos a los jóvenes (empresarios, campesinos, etc…). Entre 2015 y 2030 se estima que vivirán de 29 a 32 millones de jóvenes en el país, son ellos quienes pueden ayudar a repensar modelos y desenmarañar estructuras arcaicas o tradicionales que claramente no han contribuido para que México despegue con fuerza y seguridad.
Hoy los empresarios más grandes de nuestro país no precisamente se caracterizan por tener 30 o 40 años. México no cuenta (hasta este momento) con un Mark Zuckerberg de Facebook o un Larry Page de Google. Pero creemos que hay nuevas promesas jóvenes en las distintas industrias mexicanas que pueden mover e inspirar a los adultos. A las grandes empresas nos les ha quedado remedio que adaptarse a los nuevos modelos que viene empujando la juventud a todo galope. Si México quiere avanzar, los adultos tienen que renovarse y apostar en talento fresco. México tiene que concentrarse en formar emprendedores y no seguidores, las escuelas tienen que enseñar a los niños a pensar y no a memorizar y obedecer.
¿Cuáles serían los tres principales valores de un México sostenible?
- Fomentar pensamiento a largo plazo: en los viejos tiempos los arquitectos construían sabiendo que nunca verían terminada su obra pero su entrega era enorme porque dejarían un legado para la humanidad. En México tenemos que fomentar esta manera de pensar y actuar.
- Pensar en plural y en comunidad: buscar el bien común.
- Fomentar actitudes emprendedoras: México, ante tantos retos, necesita dejar volar la imaginación y fomentar la creatividad para desarrollar nuevos modelos que ayuden a vivir en armonía y dejar una nación sólida para las generaciones venideras.
Creo que en México muchos sectores, entre ellos el empresarial, están tratando de ser responsables y hacer la diferencia. Lo importante para lograrlo es tener una guía y que la sostenibilidad sea la dirección en la que se mueve el timón. Existe el potencial y la disposición, lo que necesitamos es visión. ¿Cómo aclarar y meter el concepto real de la Sostenibilidad en la agenda empresarial, política, social, económica y ambiental de México?