Lograr esto no pasa únicamente por realizar inversiones materiales o de infraestructura, sino que consiste, fundamentalmente, en trabajar el talento de la empresa, que es el único recurso del que pueden salir los avances. Para ello hay que propiciar el ambiente en el cual puedan florecer las ideas.
Al respecto, algunas tendencias y mejores prácticas identificadas son:
1. Liderazgo: fomentar un ambiente laboral que permita el intercambio de ideas y opiniones. El liderazgo en los equipos se traduce en impulsar el desarrollo de iniciativas individuales combinando el conocimiento profesional de todos los miembros del equipo, lo que enriquece el desempeño del grupo, incentiva la capacidad de gestión e impacta positivamente en la excelencia técnica y la innovación.
2. Equipos interdisciplinarios: los grupos de ingeniería se benefician de las distintas áreas que los conforman. Por ejemplo, hay soluciones que se han aplicado en sectores tan complejos como el aeronáutico o el aeroespacial y que permiten responder a necesidades para mejoras en equipos médicos. Este intercambio sólo es posible cuando los equipos trabajan con un interés común como la innovación.
3. Gestión de talento: una adecuada gestión del talento es ventaja competitiva, puesto que motiva a las personas de la organización a desempeñar de forma eficaz sus competencias. Un compromiso importante de las empresas es apoyar el talento y resolver posibles carencias formativas a través de diversas oportunidades de formación, además de contar con políticas de promoción que permitan crecimiento laboral y desarrollo de carrera.
4. Formación continua: un elemento clave para equipos multidisciplinarios de alto desempeño es la capacitación constante para el desarrollo del talento, ya sea en áreas determinadas, en áreas generales o en la mejora de habilidades personales.
5. Nuevas ideas: el talento proveniente de universidades y centros tecnológicos también requiere de ser apoyado para que se consolide, ya sea a través de fundaciones, becas, convenios académicos o programas efectivos de prácticas profesionales.
Si bien no hay fórmulas mágicas para el desarrollo de la innovación, lo cierto es que ésta será más propicia en un ambiente que genere en las personas los estímulos adecuados.