Buenos días distinguidas personalidades de Cuauhtémoc Moctezuma, Tecnológico de Monterrey, estudiantes premiados y todos los presentes. Es un honor dirigir unas cuantas palabras.
Se repite la historia, una oportunidad única y un gran compromiso. Al igual que ustedes jóvenes, en 2012 me graduaba de la preparatoria y estaba lleno de emoción al recibir el apoyo que me abría las puertas a ésta excelente institución educativa, TEC de Monterrey. Ahora, el momento se repite, con excelentes estudiantes y con el mismo compromiso: dar lo mejor.
En lo que va de mi carrera en el TEC, he tenido la oportunidad de participar en actividades deportivas, de ir formándome académicamente y de encabezar proyectos en el área de liderazgo. Y he llegado a la conclusión de que hay tres características en común que el TEC tiene en sus estudiantes.
La primera es creatividad: no he tenido una sola clase en la que por lo menos un estudiante no haya dejado su marca e ingenio en algún proyecto individual o colectivo.
Disciplina: estudiar la universidad exige dedicación y esfuerzo. Y el TEC no es la excepción. La disciplina que han mantenido hasta ahora será su principal argumento para lograr sus objetivos en tiempo y forma.
La tercera característica es la acción: un estudiante TEC es emprendedor de acciones, ideas y proyectos. No debes esperar a que las cosas se resuelvan solas, hay que solucionarlas con lo anterior: creatividad y disciplina. Sin embargo, ser TEC es ir más allá del salón de clases. Somos una generación histórica, el México del hoy es un reto a la juventud. El país nos desafía en temas de empleo, educación y seguridad.
Se habla de que hay crisis en muchas partes del mundo, pero no es la primera vez ni será la última. Tiempos así requiere ciudadanos con principios y aspiraciones. Los estudiantes y adultos tenemos el deber de prepararnos y de realizar esfuerzos colectivos a través de virtudes como la confianza, la honradez y la honestidad. En México hay talento, nos falta constancia.
Jóvenes, ustedes tiene talento. Es importante, pero al mundo no le sirve de nada sino lo ponemos al servicio de la comunidad. Trasciende siendo responsable de tu entorno, pagando tu hipoteca social y teniendo estatura moral.
Nuestro campo de batalla está allá fuera en la sociedad y no en las aulas. Lo que hoy reciben es un medio para seguirse forjando como hombres y mujeres de bien, dignos ciudadanos de los desafíos del hoy y el mañana.
Hace dos años, al recibir la beca Cuauhtémoc Moctezuma me hice el compromiso de dar el máximo como estudiante, como futuro profesionista y como persona. Hoy lo refrendo al afirmar que los estudiantes presentes somos parte del cambio que nuestra sociedad requiere.
Jóvenes, estoy seguro trabajarán por alcanzar sus metas y hacer de México un mejor país. No olviden que en su esfuerzo y dedicación recae la esperanza de sus padres y maestros, de amigos y de muchas personas que en ustedes ven auténtico talento y capacidad única.
Reitero mi agradecimiento a Cuauhtémoc Moctezuma por el apoyo que brinda a la juventud y por la oportunidad que otorga a los jóvenes hoy presentes de recibir una educación de alta calidad. Por último, compañeros, recordemos siempre que “el que tiene la capacidad de hacer algo, no solo tendrá el valor de hacerlo, sino la responsabilidad de alcanzarlo”. Muchas gracias.