A lo largo de casi 20 años de trabajo, Proed ha profundizado su comprensión acerca de la problemática que afecta la calidad de la educación primaria pública en México.
La educación en México enfrenta problemas complejos y de distinta dimensión y profundidad, que ningún sector por sí solo puede enfrentar de manera exitosa, ya que se requiere de la participación de diversos actores en la búsqueda de alternativas viables y pertinentes.
El Modelo Escuela Integral es la propuesta de Proed para enfrentar el problema de la insuficiente capacidad y recursos de las escuelas primarias públicas para que niñas y niños adquieran los aprendizajes y competencias que los preparen para una vida digna, activa y responsable en la sociedad.
El apoyo de las autoridades educativas, de la iniciativa privada, de las instituciones educativas, así como de la sociedad civil en general, ha sido determinante en el éxito de nuestro modelo y en los logros que hemos alcanzado. Juntos avanzamos cada día un poco más hacia una educación de calidad que los niños de nuestro país merecen.
La manera en que logramos llevar nuestra propuesta a las escuelas es precisamente a través de alianzas con el gobierno, empresas y sociedad civil, manteniendo siempre respeto por las comunidades escolares, sus tiempos, sus formas y reconociendo sus capacidades. Vinculamos a todos estos actores de manera responsable, con constante comunicación y una interacción transparente. Siempre involucrándolos desde su papel, ya sea como autoridades, como donantes o voluntarios, en la transformación que queremos generar en las comunidades; transmitiendo las necesidades y el cambio que queremos lograr; para que de esta manera se convenzan del valor de su participación.
A través del trabajo que realizamos generamos un compromiso social entre nuestros aliados y los actores de la comunidad, los cuales reconocen que este proyecto los enriquece como personas y como sociedad.
La educación en nuestro país es responsabilidad de todos, es un esfuerzo colectivo; por eso creamos sinergias positivas que permiten una implementación de nuestro modelo efectiva y generadora de confianza en las comunidades escolares.
La intervención y el acompañamiento de nuestro modelo es un proceso sistémico, cuyos elementos se encuentran en constante retroalimentación. Para que el modelo pueda tener resultados positivos hay que partir de un diagnóstico inicial donde se identifiquen las necesidades y las características de la comunidad; un diagnóstico colaborativo, donde los mismos miembros de la comunidad participan en él. Lo cual permite el diseño y el desarrollo del Modelo, el cual se adapta a las características específicas de dicha comunidad.
La participación activa de las comunidades es determinante para el éxito del modelo o programa, ya que los miembros de dichas comunidades deben asumirse como protagonistas de su propia evolución, para asegurar que el impacto sea sostenible con el tiempo. Uno de nuestros mayores aprendizajes es reconocer que el éxito del modelo se debe al desarrollo integral de las comunidades: en la medida en que cada uno de los actores involucrados colabora y se desarrolla tanto individual como colectivamente, la escuela se transforma en beneficio de sus alumnos, y por supuesto de la sociedad.
Para nosotros, las comunidades escolares son aliadas, no solo beneficiarias, y se comprometen como protagonistas de su propia transformación; juntos logramos alumnos que se convierten en agentes de cambio, ciudadanos responsables y preparados en beneficio de sí mismos, de su comunidad y de la sociedad en general.