Kilimo es una startup que inició sus operaciones en 2014 en Argentina como un SAS (Software as a service) y se dedica a ayudar a los productores agrarios a través de un aplicativo en su teléfono móvil, a identificar cuándo y cuánto regar sus sembríos de manera eficiente. Ahora está presente en siete países de Latinoamérica incluido México y uno en Europa.
“El agua ha tomado mucha relevancia en los últimos años, sobre todo en México porque el 83% de nuestro territorio padece algún tipo de sequía. Ahora hay más sequías por el cambio climático”, señala Paola Flores Hernández.
Ante ese panorama, explica que Kilimo decide escalar en el alcance de sus servicios y decide aliarse con las empresas industriales que operan en las diferentes cuencas de México, para capacitar a los productores de esas zonas a utilizar la tecnología.
Asimismo, destaca que las empresas pueden poner dentro de sus objetivos la reducción de la huella hídrica.
“Entonces, es así como Kilimo ha avanzado de solamente brindar un servicio tecnológico a migrar a un servicio de herramientas para que dos sectores que tal vez parecen muy ajenos, que son la agricultura y la industria, trabajen en conjunto para cuidar las cuencas de México”, subraya.
Paola Flores señala que la agricultura es responsable del uso del 70% del agua dulce a nivel mundial y si bien es una cantidad muy grande, si se hacen los ajustes para la eficiencia del uso de este recurso, se logra un gran impacto.