Vivimos una época de grandes desafíos, entre los que destaca el incremento de las desigualdades, que son una realidad en nuestra sociedad. En los últimos años, la pandemia de la Covid-19, así como la crisis económica agravada por la actual inflación, han intensificado esta situación, afectando más que nadie a los colectivos en situación de vulnerabilidad. Tenemos que actuar con celeridad, tanto desde la esfera pública como privada, para mejorar la calidad de vida de las personas.
En Agbar, como referentes en la gestión del agua y el medio ambiente, situamos a las personas en el centro de nuestra actividad, en especial a aquellas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Mediante alianzas con las principales entidades sociales del país, claves en la estrategia de la compañía, estamos impulsando acciones concretas para reducir las desigualdades y promover una sociedad más equitativa, inclusiva y solidaria, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.
Muestra de ello es la colaboración que llevamos desde hace años con Cruz Roja y que ha permitido, entre otras acciones, actuaciones para acercar las bonificaciones en la factura del agua a personas en riesgo de exclusión o para la captación de fondos para emergencias humanitarias. Para ir un paso más allá, en 2020 se puso en marcha el programa OLA, que tiene por objetivo mejorar la empleabilidad de las personas que tienen bonificada la factura del agua por encontrarse con dificultades laborales o en riesgo de exclusión social, mediante la formación y desde una perspectiva de empoderamiento.
Este programa innovador ofrece un acompañamiento global en todas las esferas de la vida de las personas, con una perspectiva familiar y no solo de inserción laboral, en base a tres ejes principales. En lo que se refiere a la empleabilidad, se trabaja en la mejora de las competencias personales y laborales mediante diferentes itinerarios, dependiendo del contacto, reciente o no, de cada uno de los participantes con el mercado laboral y las experiencias previas.
Durante el programa, se ofrece una amplia cobertura de las necesidades básicas, que van desde la alimentación hasta las ayudas para el alquiler. Y, por último, se hace hincapié en el empoderamiento de las personas participantes. Al finalizar, estas personas ganan autonomía en la búsqueda de empleo y se ven más capaces de afrontar los procesos de selección, con mayores habilidades para encarar las entrevistas laborales. En definitiva, tienen más oportunidades de futuro.
Esta cobertura de necesidades básicas está coordinada entre los responsables de Cruz Roja y los Servicios Sociales y de Empleo municipales donde se despliega el programa OLA. Desde su inicio y hasta la actualidad, han participado en este programa cerca de 200 personas que se benefician de la tarifa social del agua. El 94% de los participantes ha completado todo el itinerario de orientación e inserción laboral y el 56% ha logrado al menos una inserción laboral durante el mismo.
OLA comenzó como una prueba piloto en Barcelona y ahora se ha extendido, gracias a la capilaridad de Cruz Roja en el territorio, a otros municipios del área metropolitana de Barcelona, y se sigue expandiendo a otras ciudades del resto de España, como es el caso de León o Alicante. Este año se espera llegar a más de 400 personas, en más de una decena de municipios.
Así, más allá de garantizar el derecho al agua como elemento central de nuestra actividad, contribuimos con OLA, como programa transformador de referencia, y de manera general, en la colaboración con entidades como Cruz Roja, a mejorar la calidad de vida de las personas de las comunidades en las que estamos presentes, con el convencimiento de que el modelo de empresa actual debe aportar valor al conjunto de la sociedad.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial de la Cruz Roja 2023.