Las ventas de Comercio Justo en España durante 2021 ascendieron a 144,1 millones de euros. Esta cifra supone un incremento leve (0,27%) respecto al año anterior, e implica un freno en el ritmo de crecimiento que se venía registrando en los últimos años. Esta es una de las principales conclusiones del informe “El Comercio Justo en España 2021”, que hemos presentado recientemente.
Desde la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, creemos que la crisis generada por la pandemia y la incertidumbre vivida en el último año han ralentizado la apertura de nuevos espacios de consumo. Aún así, es importante destacar que las ventas se han mantenido, lo que supone una muestra de la fidelidad que genera el Comercio Justo tanto para los consumidores como para las empresas.
Con esta cifra global, haciendo un sencillo cálculo, estimamos que el consumo medio por habitante en Comercio Justo durante 2021 en nuestro país fue de 3,04 euros, una cantidad que sigue alejada de las cifras de ventas registradas en otros países europeos.
El informe muestra la consolidación de las tendencias de estos últimos años. Una de ellas es la relativa a los espacios de consumo. Un año más, los supermercados y grandes superficies se sitúan como los establecimientos principales a la hora de comprar estos productos. El 79’4% de las ventas de Comercio Justo se registraron en dichos locales, a pesar de haber perdido 4 puntos porcentuales respecto al 2020. Por su parte, tras la importante bajada sufrida en el año de irrupción de la pandemia, el sector Hostelería, Restauración y Catering (HORECA) en 2021 recupera protagonismo con una cuota de mercado que supera el 13%.
Un dato esperanzador es que las tiendas especializadas de Comercio Justo superan la caída sufrida en 2020, aunque su nivel de ventas no alcanza el de antes de la pandemia. El consumo en otros establecimientos minoristas (herbolarios, tiendas de productos ecológicos, et.) se ha mantenido en niveles similares al 2020.
Otra de las tendencias que se mantienen en el último ejercicio es el protagonismo absoluto de la alimentación que genera cerca del 97% de las ventas de Comercio Justo. Y dentro de este bloque, el cacao y los dulces se consolidan como los productos estrella, generando más del 75% de la facturación. Le sigue el café, producto emblemático del Comercio Justo, con un 15% de las ventas. El consumo de té y otras infusiones, y del resto de productos de alimentación (arroz, cereales, pasta, bebidas, etc.), aumenta ligeramente.
En cuanto a productos que no son alimentación, lo más vendido es el textil. Aunque su peso en el global del sector sigue siendo minoritario, su facturación se ha incrementado en casi 1 millón de euros, lo que representa un crecimiento de un 43% en el último año. Este aumento ha venido derivado especialmente de los artículos de merchandising personalizables de algodón.
En lo relativo a las garantías que avalan el cumplimiento de los principios del Comercio Justo, el 95,3% de las ventas procedió de productos con la certificación Fairtrade. El resto son artículos con otras certificaciones.
Más allá de las ventas
Pero el Comercio Justo no es solo compra y venta de productos. Las acciones de movilización social y sensibilización son una parte esencial de nuestro movimiento, sin las cuales el Comercio Justo perdería gran parte de su sentido.
Aquí se enmarcan las más de 600 iniciativas concretas de concienciación realizadas en 2021 por nuestras organizaciones y en las que participaron más de 40.000 personas. Se trata de una cifra inferior a la de años anteriores a la pandemia, influida por las restricciones y las necesarias medidas de prevención frente a la COVID-19.
Sin embargo, el área de trabajo que ha recuperado su nivel anterior ha sido el de la sensibilización en centros educativos. En 2021, más de 39.000 estudiantes y 910 docentes participaron en acciones formativas relacionadas con el Comercio Justo y el consumo responsable.
Pese al contexto que estamos viviendo, los datos y conclusiones de este informe nos animan a las organizaciones de Comercio Justo a asumir el futuro con cierto optimismo y sobre todo con el ánimo de seguir difundiendo y fortaleciendo esta alternativa comercial basada en el respeto a los derechos humanos y la protección del único planeta que tenemos.
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