¡Cuerda, viento, percusión! Se abre el telón, pero en el escenario no aparece una orquesta cualquiera, los músicos son niños, niñas y adolescentes, y los instrumentos que tocan son guitarras, chelos, flautas o saxos fabricados con cajas de galletas, restos de palés, tenedores, latas y otros materiales reutilizados. Ante todos ustedes: la Orquesta de la Música del Reciclaje, un proyecto social que promueve la educación en valores y la superación personal entre chicos y chicas procedentes de entornos vulnerables a través de la formación musical y la conciencia medioambiental.
En esta iniciativa creada por Ecoembes hace ya diez años participan más de 80 niños, niñas y adolescentes de algunos de los programas con los que Aldeas Infantiles SOS cuenta en los municipios madrileños de Collado Villalba y San Lorenzo del Escorial, así como en Valencia y Granada.
Desde Aldeas decidimos unirnos a esta propuesta ya que creemos en el poder universal de la música como forma de expresión artística y también como una potente herramienta para favorecer competencias como la autoestima, las relaciones sociales, el trabajo en equipo o la responsabilidad.
A través de la Música del Reciclaje cumplimos un doble objetivo ya que, además, promovemos el cuidado del medio ambiente y el valor de la transformación personal y las segundas oportunidades, algo que, sin duda, simbolizan los instrumentos reciclados que cobran una nueva vida en las manos de los chicos y chicas.
La dinámica comienza con una serie de clases grupales de iniciación musical en las que los chicos y chicas adquieren las competencias básicas en cuanto a ritmo, escucha o movimiento. Después, tienen ocasión de probar los diferentes instrumentos para despertar las vocaciones de cada uno y elegir el instrumento en el que desean especializarse. Por ejemplo, los y las jóvenes de Valencia están profundizando en percusión con cajones flamencos, baterías o xilófonos; y en viento, con trombones, trompas y trompetas. En Madrid la mayoría se decanta por instrumentos de cuerda como violas, guitarras y violoncelos. Y, en Granada, apuestan sobre todo por violines y percusión.
Aunque sus orígenes y materiales son de lo más diversos y, por tanto, de una riqueza inigualable, todos los instrumentos son refinados por un lutier especializado para darle a la orquesta una sonoridad uniforme e inconfundible. Esa armonía se percibe en cada nota que tocan Duna y Seiff, de 13 y 16 años, para quienes la Orquesta “es como una familia donde cada uno se expresa de diferentes maneras”. O en los acordes de Andrii, de 14, porque “cuando te esfuerzas en hacer lo que te gusta, puedes conseguir lo que quieras”.
Actualmente, el proyecto cuenta con tres formaciones, en función del número de integrantes y de su nivel: la Orquesta de la Música del Reciclaje, el conjunto principal y el más consolidado; la Orquesta reducida, destinada a eventos de pequeño formato; y la Orquesta Verde, formada por miembros más recientes. Algunos de los niños, niñas y adolescentes de Aldeas Infantiles SOS ya forman parte de la orquesta principal, lo que nos llena de orgullo y alegría.
En el último año han participado en hitos como el concierto navideño del Gran Teatro CaixaBank Príncipe Pío de Madrid y en un concierto celebrado en el Centro Cultural de El Pozo, también en Madrid, en el que 18 jóvenes músicos y músicas procedentes de Granada se subieron por primera vez al escenario.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Medioambiente 2024