Nuestro compromiso con los sectores más desfavorecidos es firme desde los comienzos de la compañía. Ejemplos como las donaciones de alimentos muestran nuestro alto nivel de compromiso social. Tan solo el año pasado batimos el record de donaciones con más de 13 toneladas de alimentos. Todo ello es posible gracias a las asociaciones benéficas con las que mantenemos una estrecha colaboración, Mensajeros de la Paz, Banco de Alimentos y Cáritas, y a las entidades sociales que se han sumado recientemente como Cruz Roja de Toledo, Fundación Meridional -que presta especial atención a la infancia-, Red Alimenta y el proyecto solidario 1 canción = 1kg de Kiss FM. A estas donaciones, le sumamos el envío urgente de 2 palets de Superpaté Mina, en total 12.096 latas, a Ucrania para paliar -en la medida de lo posible- la situación tan dramática que está viviendo el pueblo ucraniano. Estas acciones forman parte del programa solidario que implementamos anualmente enmarcado en nuestro Plan de RSC.
Somos conscientes de las necesidades y del nivel de vulnerabilidad por el que están pasando muchas personas en nuestro país y más, en un momento tan difícil como el que estamos viviendo, agudizado por la pandemia. Por tanto, tenemos una deuda con la sociedad, a la que debemos aportar todo lo que esté en nuestra mano para intentar mejorar la calidad de vida de esas personas, dando una respuesta eficaz a sus primeras necesidades, como es el caso de la alimentación básica.
Además de las donaciones, durante los años previos a la pandemia hemos realizado actos solidarios como el “Campeonato solidario de cortadores de jamón”, también nos hemos sumado a la “Carrera Solidaria” o hemos llevado a acabo menús solidarios gracias a la colaboración del Padre Ángel de Mensajeros de la Paz junto con el reconocido chef Martín Berasategui. Por otro lado, hemos puesto en marcha acciones especialmente dirigidas a nuestra comunidad, fomentando hábitos saludables a través de la buena alimentación y la práctica deportiva.
Esta es nuestra manera de agradecer a nuestros conciudadanos, y devolverles la confianza por elegir nuestros productos. Entendemos que hay una deuda de gratitud con la sociedad en general que la canalizamos a través de los más desfavorecidos.
Otro plano de la RSC es el cuidado del medio ambiente, y también ahí estamos trabajando para reducir al máximo posible los materiales de nuestros envases. Hemos reducido 9 toneladas de aluminio en las latas y hasta un 80% del plástico en los envases. Además, hemos construido una planta fotovoltaica en nuestras instalaciones, lo que significa que hemos reducido las emisiones de CO2 en más de 2.600 toneladas.
Y por último, hay que luchar contra el desperdicio de alimentos, otra lacra que estamos sufriendo en nuestro país. Cuando tiramos a la basura un alimento, debemos saber que hay un gasto energético para llegar hasta ahí y que, si lo racionalizáramos, podríamos reducir bastante ese impacto que ahora es inmenso.
Cada vez, todos estamos más involucramos en este tipo de procesos de sostenibilidad. Hay que tomar conciencia de todo esto y en ese camino estamos y seguiremos trabajando, haciendo un bien social, un bien común para todos.