El primer campo en el cual están involucradas varias empresas es en la reducción de emisiones de CO2, a partir de mediciones de Huella de Carbono. Según World Wildlife Fund (WWF), la Huella de Carbono es el inventario de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), liberados a la atmósfera. Esta huella se mide en toneladas de CO2, y claramente tiene como propósito que las empresas, sus socios, proveedores, clientes y demás actores que conforman las redes de valor, reduzcan al máximo las emisiones de dióxido de carbono para fabricar cualquier producto o prestar cualquier servicio.
Aún no tan popular, pero no menos importante están las mediciones de Huella Hídrica. De acuerdo con el WWF (World Wildlife Fund) las estimaciones actuales indican que para el 2025 el “estrés hídrico” será una realidad para la mitad de la población mundial, lo cual se traduce en altos precios, regulaciones para restringir su uso y finalmente competencia por este recurso, lo cual requerirá que las compañías midan, monitoreen y reduzcan su demanda de agua y los impactos que su uso está generando en la sociedad y el medio ambiente. El objetivo principal de la medición de Huella Hídrica es equivalente al de la Huella de Carbono, pero en este caso el agua es el recurso que se busca proteger de la contaminación y el desperdicio.
Logyca es una Organización líder en medición de Huellas de Carbono e Hídrica, para los distintos actores de las redes de valor. Hay ejemplos sobresalientes de empresas asesoradas por Logyca, quienes redujeron en gran medida sus emisiones de CO2 y/o consumo de agua respectivamente como: Corona, Unilever, Teamfoods, Argos, Colombina, Nutresa, entre otras.
Otra temática en la que trabajan muchas empresas del consumo masivo en Latinoamérica son las Estrategias de Distribución en Mercados Emergentes, esto porque en América Latina, al igual que en otras economías emergentes, la composición del comercio detallista (retail) incluye una proporción importante de establecimientos pequeños, independientes y atomizados (principalmente “tiendas de barrio”) a través de los cuales se comercializa entre el 40% y 60% de los productos a los consumidores. Esto hace que la distribución de productos dentro de los cascos urbanos y poblaciones rurales sea compleja y costosa. Identificar estrategias de distribución innovadoras que permitan atender de manera eficiente y óptima este tipo de canales. El objetivo de esta temática es identificar estrategias de distribución innovadoras que permitan atender de manera eficiente y óptima este tipo de canales tradicionales.
Lean Logistics es otra tendencia, en este caso originaria de Japón, que se está abriendo camino en Latinoamérica. Los 2 pilares de esta práctica son: Manufactura Austera, y Producción Justo a Tiempo. Según datos de la Organización Logyca (2012) las operaciones logísticas generan entre el 10% y 40% del costo del producto, y más del 50% de ese costo está constituido por actividades que no agregan valor. Lean Logistics asegura procesos ágiles de logística, con menor variación en las operaciones.
Más allá de que hay muchas más tendencias en sostenibilidad que se conocen en mayor o menor medida en Latam, existe otra tendencia que puede ser de gran utilidad para la región, y es la Logística Humanitaria. Esta práctica surgió en el Laboratorio de Respuesta Humanitaria del MIT, y tiene como principal objetivo, desarrollar estrategias para atender las necesidades humanas de poblaciones víctimas de un desastre natural, conflicto, o crisis humanitaria de cualquier otra índole. Según el Doctor Jarrod Goentzel, Director del Laboratorio de Respuesta Humanitaria del MIT, desde ese centro investigativo se generan estrategias para fortalecer la prestación de los servicios de salud pública en donde los recursos escasean. El Dr. Goentzel explica que las claves para desarrollar la Logística Humanitaria son: el conocimiento detallado de la población afectada y de las necesidades primordiales que demandan; y el fortalecimiento de las Redes de Valor locales, para atender oportunamente esas necesidades y salvar tantas vidas como sea posible.
Con estas alternativas de sostenibilidad y otras más las empresas pueden impactar positivamente en el medio ambiente, las comunidades que los rodean y sus propios trabajadores. Los nuevos paradigmas de negocios sostenibles se orientan a impactar en los procesos, materiales, redes de valor, funcionalidad y en el consumidor.