Cicerón dijo “planta árboles que otros verán crecer”. ¡Qué frase!, “planta Árboles… La Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES), que hace unos días celebraba su XXX aniversario, ha plantado un árbol robusto, resistente, resiliente, un árbol que seguiremos viendo crecer, que nuestros hijos verán crecer… Un árbol que nos da vida, que nos da conocimiento, que nos enseña el camino. Un árbol que nos llama y nos escucha. Un árbol que nos acoge en un propósito común, urgente y necesario.
Tuve el honor de intervenir en la celebración de este aniversario en Zaragoza, un evento que contó con la asistencia de más de trescientos representantes de muy diversos ámbitos y en el que me tocó intervenir en nombre las empresas; responsabilidad que, como señalo más adelante, es mucha por el papel que ECODES nos otorga y que asumimos.
ECODES es algo muy muy especial. Hemos trabajado desde hace más de 15 años, codo con codo, con gran parte del equipo de ECODES que lidera Víctor Viñuales, en múltiples proyectos. He podido ver, reconocer y valorar una trayectoria guiada, de forma continuada y firme, por unos principios y convicciones de gran relevancia y significación. Unos principios y convicciones que hacen de ECODES una ONG poco común, un ejemplo, una referencia necesaria, inevitable.
Voy a destacar las tres características definitorias de ECODES: su visión moral, su oficio de unir y su forma de hacer. En estos 15 años he visto en esta entidad la convicción moral de que el bien común debe de ser buscado, no sólo por la esfera pública, sino también por las ONGs, los ciudadanos y las empresas.
Aquí hay dos cuestiones: la exigencia moral, es decir, que este “bien común” debe ser buscado, promovido, estimulado. Y, en segundo lugar, que esta exigencia no es algo exclusivo de la esfera pública, sino que es responsabilidad de todos. El mensaje de ECODES rompe con el antagonismo aparente que se da entre la acción de las empresas y las metas públicas, tal y como mantenemos desde el Grupo Español para el Crecimiento Verde.
Esta convicción moral de que los problemas a los que nos enfrentamos es tarea de todos era necesaria hace 30 años, pero lo es aún más hoy. Todos los que estamos implicados en la sostenibilidad lo decimos…hay que hacer cambios rápidos, cambios importantes, pero también sabemos que con nuestras acciones de ahora estamos decidiendo el futuro de los próximos años.
Esto me lleva al segundo principio que define a ECODES, su oficio de unir… Efectivamente, la Fundación Ecología y Desarrollo ha hecho, y hace, muchas cosas, pero esta en particular me gustaría destacarla. Y para ello me permito mencionar un libro que escribió mi padre, que llevaba por título “El oficio de unir”. Un oficio que cuadra muy bien con lo que hace ECODES porque como decía Antoine de Saint-Exupéry “quizás la grandeza de un oficio consista, ante todo, en unir a las personas”. Pues bien, esto es lo que hace ECODES, lo más importante, lo más valioso, lo más difícil.
Su visión, su sentido común, su experiencia de 30 años de trabajo pueden servirnos a todos en estos momentos de crisis, de conflictos, de desconfianza…Porque ECODES no deja de promover la escucha, la comunicación, la colaboración, desmarcándose de los extremos: ni todo o solo gobiernos, ni todo o solo ONGs, ni todo o solo empresa.
Este espacio en el que se sitúa ECODES tiende a ser inestable, inseguro, frágil, en unos tiempos en los que los extremos tiran más de la cuenta y no buscan lugares de encuentro sino más bien de conflicto, de enfrentamiento, de división.
ECODES, por el contrario, busca, encuentra y crea espacios de relación, de comunicación, de confianza. Busca y encuentra ese punto medio que nos permite hablarnos y escucharnos con honestidad y con respeto que son la base para construir alianzas que produzcan cambios profundos, sistémicos y escalables, verdaderamente transformadores.
Por último, quiero destacar su forma de hacer. ECODES es una ONG con ideas, pero sobre todo de acción, es una ONG con criterio, creen en lo que dicen y saben de lo que hablan. Y, por último, tiene una virtud necesaria, vital en nuestros días, sobre todo para trabajar en alianzas: además de buenos profesionales, son buena gente.
Por todo ello ECODES es imprescindible. Lo ha sido en estos 30 años de vida que estos días celebramos y lo va a ser mucho más en los 30 siguientes, estoy seguro de ello, porque estos rasgos (visión moral, unir, colaborar, actuar), van a ser todavía más importantes, más valiosos en el futuro.
A ECODES le pido que no se duerma en los laureles y siga tirando del carro. Les necesitamos… ¡y mucho! A las ONGs les pido que se miren en el espejo de ECODES, que es un ejemplo de lo que necesita este país. A las Administraciones, a las empresas, que trabajen más y mejor con ECODES.
¡Felicidades ECODES! ¡Gracias totales!… a vosotros.
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