Tienen un nombre antiguo, quizás desfasado. Se encargan del gobierno de la fundación, de “velar” por los fines fundacionales, por fines relacionados con el interés general, con el interés público, con el bien común. Dan parte de su tiempo, de su experiencia, de su prestigio y de su reputación a una causa. Son las personas que integran el “patronato” de las fundaciones…
En el diccionario se utilizan los términos de protector, defensor, amparador para describir el significado de la palabra patrono. Los patronos de las fundaciones tienen un gran poder y también, y sobre todo, una gran responsabilidad. El poder de decidir sobre el destino de unos fondos, de las rentas de un patrimonio, o de las donaciones recibidas, para realizar proyectos y actividades que contribuyan a mejorar la vida de la gente, y la responsabilidad de hacerlo con acierto, con rigor profesional, cumpliendo con las obligaciones legales, con transparencia. Por eso podemos decir de ellos que son unos superhéroes, quizás sin saberlo, quizás sin pretenderlo. Merecen todo nuestro respeto, nuestra admiración y nuestro estímulo.
Así pues, nuestros patronos “amparan”, “protegen” y “defienden” unas instituciones, las fundaciones, su buen nombre, su reputación, la realización de unos propósitos, el cumplimiento de unos determinados objetivos, y no cobran por ello. Su función social implica la representación de intereses ajenos, los de la fundación y sus beneficiarios. El patrono es el máximo responsable del cumplimiento de los fines fundacionales. Acepta y asume el gobierno de la fundación, unas determinadas obligaciones y responsabilidades legales, un compromiso público con una causa.
Actualmente son más de 75000 los patronos que gobiernan y representan a las más de 8000 fundaciones activas que, según la base de datos de la AEF, existen en nuestro país. Son muchos y muy diversos, como lo son las mismas fundaciones, son personas físicas y jurídicas. Han asumido este “honor”, este “poder” y esta “responsabilidad” por diferentes motivaciones y razones que, en cierto modo, reflejan y expresan el nivel de generosidad y de compromiso con lo público de la ciudadanía española.
La Asociación Española de Fundaciones, la Fundación KPMG y la Fundación Universitaria San Pablo CEU han organizado y celebrado durante los meses de abril, mayo y junio la primera edición de la Escuela de Patronos dirigida a la capacitación, actualización y mejora en el desempeño de los patronos actuales y futuros de las fundaciones con el propósito de proporcionar formación e información de utilidad y de interés, y propiciar interesantes conexiones entre ellos, intercambio de experiencias, relaciones personales e institucionales. Con esta iniciativa, pionera en nuestro país, se pretende fortalecer y reforzar la función del patrono, reconocer y valorar su figura pública, estimular y potenciar su participación y sus capacidades, informar sobre sus obligaciones y responsabilidades. Consideramos que es necesario elevar el nivel de exigencia de los patronatos de las fundaciones españolas porque nos consta que un gran número de patronos no están suficiente y ni convenientemente formados e informados sobre la responsabilidad que están asumiendo.
En esta Escuela de Patronos se ofrece una formación específica para que los patronos puedan desarrollar y cumplir adecuadamente su función. Pero también es un espacio y una oportunidad para intercambiar y contrastar informaciones, experiencias, opiniones, para crear red. Esta convocatoria, que se realizará periódicamente, se dirige a aquellas personas que forman parte de un Patronato en la actualidad, pero también a todos aquellos directivos y gestores de fundaciones que se estén planteando asumir en un futuro próximo el reto de incorporarse a un Patronato.
Ser patrono es un acto cívico de generosidad. Abrimos esta Escuela de patronos para ayudarles a que nos sigan ayudando. Son unos superhéroes que necesitan apoyo para que sigan aportando sus capacidades al bien común. Abrimos esta Escuela para aprender con ellos y de ellos.
Juan Andrés García, director de Formación y Grupos Sectoriales de la Asociación Española de Fundaciones