El agua, esa esencial fuente de vida que fluye a través de cada rincón de nuestro planeta, merece más que un simple reconocimiento. Es la base misma de nuestra existencia, un recurso intrínseco a la salud de nuestro ecosistema y, por ende, al bienestar de la humanidad. En este momento en el que conmemoramos el Día Mundial del Agua, es crucial reflexionar sobre su importancia y sobre cómo podemos protegerla y preservarla para las generaciones futuras.
El lema que la Organización de Naciones Unidas ha lanzado este año para el Día Mundial del Agua, “Agua para la paz“, nos recuerda que el agua no solo es vital para la supervivencia, sino que también puede ser un catalizador para la armonía y la estabilidad. Sin embargo, la realidad es que millones de personas en todo el mundo aún carecen de acceso a agua potable segura. Según datos de la Organización Mundial de la Salud y UNICEF, más de 2.200 millones de personas todavía no tienen acceso a agua potable.
La escasez de agua y la gestión inadecuada de este bien no solo afecta a las comunidades locales, sino que también pueden desencadenar conflictos a nivel regional y global. Es por ello que, tanto a nivel individual como colectivo, debemos asumir la responsabilidad de abordar la crisis hídrica de manera urgente y efectiva.
En AstraZeneca asumimos nuestra responsabilidad para proteger el agua y promover el bienestar de los ecosistemas en los que operamos. Como parte de nuestro compromiso con la sostenibilidad, hemos implementado medidas significativas para reducir el uso del agua y mitigar nuestro impacto en el medio ambiente. Desde 2015, hemos logrado una reducción del 18,7% en el consumo de agua en todas las sedes de la compañía a nivel mundial, y seguimos trabajando para mejorar nuestra eficiencia hídrica en todas nuestras operaciones.
A partir de este 2024, nuestra compañía destinará 5 millones de dólares al año para financiar programas de restauración de la naturaleza y gestión del agua en colaboración con organizaciones afines.
Creemos firmemente que existe una conexión profunda entre un planeta y una población sana, y trabajamos para promover entornos donde la vida pueda prosperar. Sin embargo, sabemos que no podemos resolver este desafío de dimensiones globales solos. Es necesario un enfoque colaborativo y sistémico que involucre a gobiernos, organizaciones internacionales, la sociedad civil y, por supuesto, al sector privado. Juntos podemos lograr que el agua sea accesible para todos, promover la paz y la estabilidad y construir un futuro sostenible.
En este Día Mundial del Agua desde AstraZeneca hacemos una llamada a la corresponsabilidad y recordarnos a todos que cada gota cuenta y cada acción hacia la sostenibilidad marca la diferencia. El agua es un derecho fundamental y tenemos el deber de actuar con determinación para salvaguardarla y legar un mundo más justo y más saludable. No se trata solo de responder a una crisis; se trata de reconectar con el núcleo de nuestra supervivencia y prosperidad como seres humanos.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Agua 2024.